Una banda formada por 21 integrantes se había especializado en los ajustes de cuentas y en las extorsiones dentro de la comunidad china. El dar una paliza a una persona costaba unos 8.000 euros, según ha descubierto la policía durante las investigaciones. Este grupo delictivo, que se movía por varias provincias, también se dedicaba a los atracos y a los chantajes a los manteros (vendedores de productos falsificados en la calle), según informaron ayer fuentes del caso. Los agentes de la Comisaría General de Policía Judicial ha desarticulado este grupo en una operación conjunta desarrollada en Madrid y Valencia.

La banda actuaba de forma muy organizada y piramidal. Tenía tres jefes o líderes que encargaban el resto de trabajos a los otros integrantes del grupo. Los capos de esta red mafiosa son: Gualngping L., de 37 años, Yuboli D.-L., de 33, y Zhang B., del que la policía desconoce su edad exacta. El resto de componentes se dedicaban a conseguir las armas, los coches para huir, además de seleccionar a los autores materiales de los delitos. Estos últimos vivían al margen de la organización y sólo se desplazaban a los lugares fijados previamente para cometer las agresiones.

La forma de actuar era muy diversa. Las personas que querían asustar o que le dieran una paliza a alguien se ponían en contacto con la organización a través de un teléfono móvil. También aceptaban homicidios por encargo. Los jefes de la red les decían el precio que tenía que desembolsar: 8.000 euros por agresión. La condición era que lo ingresara en alguna de las cuentas de la banda. Se caracterizaban por su extrema violencia. Se movían por Málaga, Madrid, Cuenca y Valencia, entre otras provincias.

Fruto de un encargo, un ciudadano chino fue atracado el pasado 3 de septiembre en el portal del número 10 de la calle de Granada, en Madrid. La banda fue contratada por un cliente, ya que en ese momento la víctima llevaba unos 50.000 euros. Éste resultó herido en un hombro.

La red también extorsionaba a los manteros y a los que copiaban los discos musicales. Les obligaban a pagar una media de 1.000 euros al mes. La policía ha localizado a siete víctimas, según fuentes policiales.

Las investigaciones comenzaron en el mes de julio, cuando la policía de Málaga descubrió que una banda de extorsionadores y de ajustes de cuentas tenía previsto matar a un ciudadano chino. Los agentes del Grupo de Homicidios de la Unidad de Delitos Especialmente Violentos (UDEV) Central se hizo cargo de las pesquisas. “Hemos tenido muchos problemas para conseguir víctimas que denunciaran las agresiones y las extorsiones. La comunidad china es muy cerrada y no suele denunciar por miedo”, comentaron fuentes del caso.

Los agentes precipitaron las detenciones ya que por las investigaciones supieron que la organización tenía previsto matar a un chino. Los arrestos se produjeron de manera conjunta en Madrid y en Valencia, donde se habían reunido los integrantes de la banda. Los agentes de Homicidios arrestaron a 15 hombres y seis mujeres.

Tras conseguir los preceptivos mandamientos, los agentes registraron un piso en el número 6 de la plaza de Cánovas del Castillo, en Valencia; otro domicilio en el número 20 de la calle de Jesús del Gran Poder, en el distrito madrileño de Usera, y un bazar, en la calle de Carlos Martín Álvarez, 23, en Vallecas (Madrid).

El piso de Valencia era utilizado como club de alterne. Algunas de las mujeres detenidas eran obligadas a ejercer la prostitución. Procedían de Holanda, según fuentes policiales. La banda tenía conexiones con otros grupos mafiosos de Europa. Los agentes de la UDEV se han incautado de una pistola, diversas armas blancas, ordenadores y documentación.Fuentes del caso explicaron que los detenidos en Madrid han ingresado en prisión provicional sin fianza.