Una Asamblea Constituyente con plenos poderes es el espacio político que la Conaie ha venido luchando desde su primer levantamiento indígena de 1990.

Como movimiento indígena vemos este escenario como el momento propicio para que el país construya un modelo político, económico y cultural que favorezca el bienestar socioeconómico y la democracia verdadera para todos los ecuatorianos. Como Conaie – Ecuarunari nuestra propuesta busca la declaratoria del Estado Plurinacional, que significa construir un Estado fuerte y soberano, que reconozca el ejercicio de los derechos colectivos e individuales; que promueva el desarrollo equitativo del conjunto de los ecuatorianos, no solamente de ciertas regiones o sectores. No buscamos solamente fortalecer el Estado sino también la sociedad, superando de esta manera las estructuras neocoloniales, racistas y regionalistas que marginan y someten a los pueblos y destruyen la unidad de la diversidad, como requisito necesario de la equidad social y política, la justicia económica y la interculturalidad de toda la sociedad. Por tanto la plurinacionalidad no significa formar un Estado dentro de otro Estado.

Proponemos un modelo económico social, soberano, ecológico, equitativo, solidario y comunitario, pensando en las generaciones futuras. Se debe fortalecer y ampliar el modelo comunitario de economía. El Estado debe recuperar su rol en la economía del país, en la inversión, el control y la planificación, sectores claves, como el financiero y telecomunicaciones no pueden estar al capricho de empresarios y del mercado.

Buscamos recuperar los recursos naturales como el petróleo, minería y la energía eléctrica. Su explotación, industrialización y comercialización deben volver a ser sectores estratégicos del Estado, la sociedad debe tener control sobre ellos, y que sus rentas se orienten al bienestar de la sociedad en salud, educación, servicios básicos, pequeña producción agropecuaria, manufacturera.

La tenencia y el acceso a la tierra, territorios y el agua son temas trascendentales para el sector rural y el mundo indígena. Estos bienes naturales no pueden seguir acaparados por pocas familias. Solo por razones de concesiones mineras, varios millones de hectáreas están en manos de empresas privadas, mayormente extranjeras. La producción agropecuaria debe estar orientada a garantizar la economía nacional y la soberanía alimentaria de los ecuatorianos, para lo cual se creará un seguro agrícola. El agua y sus fuentes, páramos y bosques deben ser bienes públicos y recursos estratégicos. Su acceso formará parte de los derechos humanos y su manejo colectivo y comunitario por parte de los usuarios.

El Estado deberá proteger al trabajador informal como los albañiles, empleadas domésticas. Se debe eliminar la tercerización laboral.
En lo político proponemos la convocatoria de elecciones generales después de la Constituyente. El reconocimiento de otras formas de democracia, como los gobiernos comunitarios y del control territorial de los pueblos indígenas y de nuestras propias formas de administración de justicia.

* Presidente de Ecuarunari