Regresan al CETI de Ceuta los 33 inmigrantes bengalíes huidos

ABC, 04-12-2007

FARO

Campamento de los inmigrantes bengalíes en Ceuta

CARMEN ECHARRI

CEUTA. No han aguantado ni un día más. Tras casi cuatro meses durmiendo en el bosque, los 33 inmigrantes de Bangladesh que abandonaron el CETI de Ceuta ante el temor de ser expulsados, han regresado al campamento. Lo han hecho de madrugada, atendiendo los mensajes que en varias ocasiones había hecho público la Delegación del Gobierno, aconsejándoles el regreso al centro de estancia temporal para que se

estudie de nuevo su situación.

Ha sido esa promesa unida al hartazgo de permanecer meses y meses a la intemperie, viviendo de las ayudas solidarias de vecinos de la zona lo que ha motivado que estos 33 bengalíes pongan el punto y final a su rebelde historia. Ahora esperan que el Ministerio de Interior revise sus expedientes, esperanzados en que al final no tengan que volver a Bangladesh y puedan vivir en España con un contrato de trabajo.

El grupo, cuyos integrantes llevan en muchos casos más de dos años en Ceuta, abandonó el CETI el pasado 18 de agosto tras conocer que al día siguiente iban a ser visitados por el delegado consular de Bangladesh en España. Desde entonces permanecían en las colinas cercanas al centro mientras la red de apoyo «Ferrocarril Cladestino» centraba las movilizaciones y recogida de firmas para evitar su expulsión de territorio nacional.

«Ningún compromiso»

El delegado del Gobierno en Ceuta, Jenaro García Arreciado, matizaba ayer que no existe ningún compromiso para garantizar la regularización del grupo de inmigrantes, aunque sí ha reconocido que la existencia de contratos de trabajo garantizaría su permanencia en España.

De momento donde sí se encuentran es en el CETI, ocupando módulos de acogida, con agua caliente, con alimento diario, con cierta tranquilidad, aunque ellos saben que en ese mismo CETI se produjo la detención y posterior traslado de compatriotas también bengalíes que una noche fueron recogidos por la Policía Nacional y que ahora se encuentran en Bangladesh.

Ahora no quieren pensar en ese futuro, optan por confiar en que ONG como Ferrocarril Clandestino consiga que sean contratados para así poner el auténtico punto y final a su historia. La semana pasada representantes de Ferrocarril Clandestino se reunieron en su despacho con el jefe de Gabinete del Ministerio del Interior, Gregorio Martínez Garrido, quien se comprometió a estudiar «individualmente» su situación en España y a valorar su regularización si disponían de ofertas de trabajo firmes y estables como las que está estudiando realizar la comunidad bengalí en Madrid.

Rectificación

El delegado del Gobierno en Ceuta, Jenaro García Arreciado, ratificó la propuesta de Martínez Garrido y aseguró que si el colectivo contaba con dicho ofrecimiento «el Gobierno podría rectificar su posición», que hasta la fecha pasaba por una negativarotunda a cualquier tipo de negociación.

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