El festival más multicultural

La iniciativa tuvo muy buena acogida con 800 invitaciones repartidas y el aforo del Teatro Gayarre lleno

Diario de Noticias, ekhiñe pla, 04-12-2007

Pamplona. El Teatro Gayarre se contagió ayer de la mezcla de ritmos, colores y danzas de los 150 artistas provenientes de 12 países que participaron en el acto más multicultural del Día de Navarra. La Fiesta Mundial de Navarra, que se celebró por segundo año consecutivo, logró reunir a unos 800 asistentes que decidieron aprender un poco más de las culturas y costumbres de aquellos navarros que nacieron a miles de kilómetros de distancia. “En este festival concurren experiencias artísticas de diferentes partes del mundo”, anunció al comienzo del espectáculo la actriz Montse Zabalza, que intervino como presentadora del evento.

En esta iniciativa, que tuvo muy buena acogida con 800 invitaciones repartidas y el aforo del Teatro Gayarre a rebosar, participaron 150 músicos y bailarines de tres continentes: África, América y Europa. “Queremos transmitir la pluralidad de Navarra con una representación de las personas que viven aquí”, explicó Pilar Chozas, una de las organizadoras del festival. “Es una muestra de folklore y cultura de toda la gente que ha venido de fuera y se ha integrado compartiendo nuestra cultura y ocio. Aquí les damos la oportunidad de mostrar de dónde vienen. Es una experiencia muy interesante y enriquecedora”, añadió Chozas.

El festival comenzó con puntualidad a las 11.30 horas. Rusia fue el primer país en actuar y comenzó su número con la entrada en escena de cinco mujeres ataviadas con los trajes típicos. La artista Olha Frey interpretó canciones tradicionales rusas de finales del siglo XIX, que fueron acompañadas con danzas. Angelica Kazakova fue una de las bailarinas que participó en el número de Rusia. “Participar en el festival me recuerda a mi país, además, creo que hay que mezclar las costumbres”, confesó esta bailarina.

A continuación, intervino Bulgaria con los grupos Blakankolf y Nastroenie. Su actuación fue muy diferente a la de los dos grupos africanos que le siguieron: Senegal y Nigeria – Igbo, caracterizados por el colorido, el ritmo de los tambores y la decena de artistas bailando al mismo tiempo en una danza en apariencia improvisada.

La música dejó de sonar durante unos minutos durante la intervención de la Asociación de Mujeres Inmigrantes Amik que presentó un desfile de trajes típicos de países como Perú, Ecuador, República Dominicana, China, India, Bolivia y Colombia. El primer país latinoamericano que intervino, Perú, volvió a inundar el Teatro Gayarre con la música y el baile gracias a la interpretación de un vals criollo y otro huayno. Después, el grupo Perú Arte deleitó a los presentes con una danza chacombo, un festejo peruano de la costa donde los ritmos latinos y los timbales africanos se mezclan. Esta música dejó como resultado un baile frenético en el que las artistas movieron las caderas de una forma inimaginable.

Estas danzas dejaron paso a la actuación de Chile, que comenzó con la lectura de una poesía y continúo con pequeños fragmentos de bailes típicos de diferentes regiones como la Isla de Chiloé, la Isla de Pascua o el norte del país. Por su parte, los representantes de Ecuador decidieron interpretar una sola pieza en la que se manifestó “la alegría y la rebeldía de sus gentes”, según explicó Montse Zabalza. A continuación, la Asociación Folklórica Boliviana ofreció una danza típica de Potosí llena de color.

Camerún sorprendió a los presentes con la actuación de un poeta y cantante que dejó a un lado la tradición para interpretar un tema contemporáneo. A los pocos minutos regresó el ritmo de los timbales con un segundo número de Camerún y el de Ghana. Por su parte, Colombia dejó boquiabiertos a los presentes con la salsa. Argentina fue el último país en actuar y dejó para el final la interpretación de un tango, el colofón perfecto para dos horas de música y baile.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)