Interior revisará su situación, pero «tendrán que buscar trabajo» La treintena de bengalíes que llevaba desde hace cuatro meses durmiendo en el monte ha vuelto al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta. El pasado fin de semana comenzaron a reingresar en el Ceti, del que huyeron temiendo que los repatriaran.

La semana pasada, el Ministerio del Interior les instó a que volvieran como paso previo al reestudio individualizado de su situación en España. De momento, lo que se les va a hacer es «una reconstrucción de ficha», según indicó ayer el delegado del Gobierno en Ceuta, Jenaro García – Arreciado. Esto consiste en volver a entrevistarse con los inmigrantes y preguntarles por sus datos personales y por los motivos por los que abandonaron el sudeste asiático. Eso sí, «tendrán que buscarse trabajo», añadió.

Si regularizan su situación no serán expulsados. Según la ONG Red Ferrocarril Clandestino, unos empresarios bangladesíes de Madrid están dispuestos a ofrecerles papeles. «Tienen que ser solventes, y demostrar que no estamos ante contratos de pega», apuntó García – Arreciado.

Por otro lado, este Ceti acogió por primera vez en su historia el alumbramiento de un bebé. Se trata del hijo de la inmigrante nigeriana que entró en Ceuta embarazada de ocho meses el pasado 21 de noviembre en una lancha neumática.