La respuesta de la corte estadounidense podría demorar hasta enero. Silva aduce que corre grave peligro si regresa a El Salvador.

El diputado Roberto Carlos Silva Pereira sigue poniendo obstáculos a la pronta deportación desde Estados Unidos que en su momento previeron las autoridades salvadoreñas. En una (audiencia ante la) Corte de Inmigración de Florence, Arizona, el diputado desaforado externó ayer su intención de pedir asilo político en ese país, informaron fuentes de la Cancillería.

Por esa solicitud, el juez de inmigración no llegó a ordenar ayer la deportación del diputado, sino que programó una nueva audiencia que se desarrollará el 20 de diciembre; en ella, Silva debe presentar el documento de 14 hojas, conocido como Forma I589, que contendrá sus datos de identificación y las razones por las cuales él considera que Estados Unidos debe brindarle un refugio y evitar así el regreso.

En esa audiencia, el juez de migración se limita a recibir la solicitud para estudiarla. Puede tomar tiempo, y tomando cuenta las festividades de fin de año, podría resolver hasta mediados de enero, dijo el cónsul en Arizona, Joaquín Chacón.

Si el juez de inmigración resuelve negativamente a la solicitud de asilo, Silva puede apelar y prolongar aún más su estadía en el país norteamericano, donde fue detenido el pasado 5 de octubre por poseer una orden internacional de captura por el delito de lavado de dinero y cohecho. Por los continuos retrasos, El Salvador ya tramita la extradición del diputado ante Estados Unidos.