Sarkozy reduce la crisis de la ´banlieue´ a un problema de orden público

"Esto no es una crisis social, sino la ´delincuentocracia´", dice el presidente francés

La Vanguardia, , 30-11-2007

LLUÍS URÍA – París. Corresponsal

El despliegue de mil policías evita nuevos disturbios en Villiers por segunda noche consecutiva
La discriminación, el paro, el sentimiento de exclusión de los jóvenes franceses procedentes de la inmigración, las difíciles y tensas relaciones que mantienen con la policía en los barrios de los suburbios, no han influido para nada en la violencia desatada esta semana en la localidad de Villiers-le-Bel, en la banlieue norte de París, tras la muerte accidental de dos adolescentes al chocar la moto en la que circulaban contra un coche patrulla de la policía. Así, en blanco y negro, sin zonas grises, lo ve Nicolas Sarkozy. “Lo que ha pasado en Villiers-le-Bel no tiene nada que ver con una crisis social, tiene todo que ver con la delincuentocracia”,afirmó ayer el presidente francés ante 2.000 policías y gendarmes reunidos en La Défense. Y remachó: “Rechazo esa visión angelical que busca en cada delincuente una víctima de la sociedad y en cada disturbio un problema social”.

La línea es clara y diáfana, y ha sido asumida sin fisuras por todo el Gobierno, incluidas las figuras procedentes de la izquierda. Particularmente significativo ha sido el posicionamiento público de la secretaria de Estado para la política de las ciudades, Fadela Amara – procedente ella misma de la banlieue y fundadora de la asociación Ni putas ni sumisas-, quien ayer decía exactamente lo mismo – aunque antes- en una entrevista aparecida en Le Parisien:“Lo que ha pasado no es una crisis social, estamos ante un caso de violencia urbana, anárquica, llevada a cabo por una minoría que lanza oprobio sobre la mayoría”. Pura telepatía…

Nicolas Sarkozy, que según algunas fuentes no está del todo satisfecho por la forma en que se gestionó inicialmente la crisis – mientras él se encontraba en China-, exhibió ante los agentes de la Policía y la Gendarmería una absoluta firmeza, y mostró su determinación de buscar, detener y castigar a los autores de los disparos contra las fuerzas antidisturbios. “Pongan los medios que quieran, esto no va a quedar impune, es una prioridad absoluta”, aseguró. Dicho esto, también pidió a los policías que traten con respeto a la población y los jóvenes de la banlieue y avanzó que su Gobierno pondrá a partir de ahora el acento de su política urbana “en la gente”. Sarkozy prevé presentar el nuevo plan para las banlieues el próximo 22 de enero.

El despliegue de 1.000 policías en Villiers-le-Bel evitó la noche del miércoles, por segundo día consecutivo, que se produjeran nuevos disturbios y enfrentamientos. Sólo hubo algunos vehículos y contenedores de basuras quemados.

Este impresionante despliegue se mantendrá aún durante unos días.

Mientras en Villiers se celebraba una nueva marcha silenciosa en homenaje a los dos muchachos muertos – Moushin y Larami, de 15 y 16 años-, ayer se conocieron nuevos detalles del informe realizado por la Inspección General de la Policía Nacional (servicios internos), según la cual la moto en que circulaban ambos jóvenes iba a 70 km/ h en el momento del choque y el coche patrulla a 40 km/ h.

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