Rivero desconfía de Caldera

Canarias 7, Loreto Gutiérrez. Madrid, 30-11-2007

El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, desconfía de la colaboración ofrecida por el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, para buscar a ONG que acojan a menores en la Península. «Ya nos ha engañado antes», señaló. Rivero asegura que el Ejecutivo central no logrará «echarnos a pelear» con el resto de las comunidades.

El mensaje del presidente canario es claro: la ayuda de Madrid para buscar una solución a la situación de los menores que superan la capacidad de acogida de las Islas llega tarde y nada garantiza que se vaya a plasmar de forma efectiva. Aunque da la bienvenida a la oferta de colaboración y de financiación estatal que el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales le trasladó el miércoles por teléfono, Rivero considera que el Estado no ha cumplido con su responsabilidad.

«Caldera me llamó con cuatro meses de retraso y sólo después de que el Gobierno de Canarias sustituyera al Gobierno del Estado», señaló el presidente regional durante su participación en un almuerzo organizado por el foro de debate Nueva Economía, en el hotel Palace de Madrid.

Rivero explicó que la decisión de trasladar a Salamanca por cuenta propia a un grupo de 90 menores para su acogida por una ONG sin contar con el Gobierno central, es consecuencia directa de la «incapacidad» del Ministerio de Asuntos Sociales para hacer frente al problema y de «la ausencia absoluta del ministro Caldera», que ni siquiera ha recibido en todo este tiempo a la consejera de Bienestar, Juventud y Vivienda del Gobierno canario, Inés Rojas, pese a que ésta se lo había solicitado.

Colaboración

El presidente regional, Paulino Rivero, quiso aclarar que el ofrecimiento de ayuda no puede ir en ningún caso vinculado, como el ministro Jesús Caldera pretende, a que Canarias interceda ante las autonomías, especialmente a las dos comunidades gobernadas por el Partido Popular (PP) que todavía no han acogido a ningún menor, Madrid y La Rioja, para que pongan plazas de acogida a disposición de los menores.

«Se trata de un asunto de estado y como tal debe abordarlo el Gobierno del Estado», señala Rivero, «si quieren colaborar económicamente y ayudarnos a encontrar ONG de acogida, bienvenidos, pero si lo que pretenden es echarnos a pelear con otras Comunidades Autónomas, no lo lograrán».

A preguntas de los asistentes, Rivero aseguró que el Gobierno de la Comunidad canaria volverá a recurrir al traslado de menores a ONG de la Península «una y mil veces», para darles una solución digna y mejorar la formación que Canarias no está en condiciones de ofrecerles. Recordó el presidente regional que el Archipiélago tiene acogidos en estos momentos alrededor de 1.000 menores inmigrantes, cuando su capacidad máxima de acogida es de 300 chicos extranjeros.

La aspiración última del Gobierno autónomo es que el Estado asuma la tutela de los chicos, que actualmente tiene Canarias, incluso sobre los que han sido acogidos por otras comunidades autónomas y por organizaciones no gubernamentales.

Más allá del problema específico de los menores no acompañados, Paulino Rivero se mostró muy crítico con la política de inmigración del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. «Nuestra valoración es muy negativa», aseguró, «no hay sensibilidad y a la vista está que se ha fracasado», aseguró.

Incumplir

La justificación que el ministro Caldera dio a Paulino Rivero durante su conversación telefónica por el retraso en recibir a la consejera canaria de Bienestar para abordar el problema de los menores fue que ha estado muy ocupado preparando el programa electoral del PSOE, del que es coordinador. Al presidente canario se le antoja una excusa muy pobre, que viene a agravar su desconfianza por incumplimientos anteriores, como la promesa de dejar sólo a 300 menores en las Islas.

Crítica a las “zancadillas” de Rodríguez Zapatero

La intervención principal de Paulino Rivero ante el Foro Nueva Economía se centró esencialmente en destacar el potencial económico de las Islas y sus posibilidades de desarrollo futuro. «No hacemos una mera declaración de intenciones al afirmar que Canarias es hoy por hoy una gran oportunidad y un mercado lleno de posibilidades», aseguró a los potenciales inversores presentes.

Pero el presidente canario no quiso perder la oportunidad de atacar al Gobierno de Zapatero en un foro nacional, como ya hiciera en su intervención de hace unas semanas en el Club Siglo XXI. Y lo hizo por el costado de la economía. «Ni siquiera las zancadillas presupuestarias que el actual Gobierno del Estado está poniéndole a Canarias impedirán que sigamos avanzando», afirmó.

En esta línea, acusó a los ministerios de anteponer sus intereses de partido a las razones de Estado, «precisamente ahora que el enfriamiento económico está exigiendo una mayor inversión pública».

Aunque aseguró que no quería incidir demasiado en ello, reiteró su convencimiento de que algunas de las decisiones que se adoptan en La Moncloa suponen de facto una «revisión unilateral del modelo de Estado y la consagración encubierta de una España de dos velocidades».

Pese a reconocer que el almuerzo del Hotel Palace no era el momento más adecuado, Paulino Rivero dejó constancia de la «inquietud» que genera en el Gobierno de Canarias «que se cambien las reglas del juego a espaldas de la mayoría de las Comunidades Autónomas».

Los presentes

Al contrario de lo que sucedió en el Club Siglo XXI, el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, contó ayer en Hotel Palace con el apoyo expreso de la plana mayor del PP. Ángel Acebes, Eduardo Zaplana y la ex ministra Ana Pastor le aplaudieron calurosamente.

Muy cerca de la cúpula popular escuchaba atentamente el presidente del Grupo Prisa, Ignacio Polanco, acompañado del consejero delegado de Unión Radio cuyo buque insigna es la Cadena SER, Augusto Delkader y otros altos directivos de este grupo mediático que cuenta con el diario El País a la cabeza.

Los ausentes

No asistieron dirigentes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), aunque la representación del Ejecutivo corrió a cargo de los secretarios de Estado de la Unión Europea, Alberto Navarro, y de Cooperación Territorial, Fernando Puig, que aguantaron con estoicismo el ataque a José Luis Rodríguez Zapatero.

Paulino Rivero estuvo además amparado por varios miembros de su equipo de Gobierno. Asistieron al acto en Madrid los consejeros regionales de Presidencia, José Miguel Ruano, Sanidad, Mercedes Roldós y Medio Ambiente, Domingo Berriel.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)