El presidente francés descarta el problema social y culpa de los disturbios a la "gamberrocracia"

ayer fue enterrado uno de los menores fallecidos.Dijo que la solución no pasa por destinar dinero a las zonas deprimidas "sino por arrestar a los alborotadores".

Deia, , 30-11-2007

parís. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró ayer que los disturbios que se han producido a comienzos de semana en los barrios de la periferia de París “no tienen nada que ver con una crisis social” sino con la “gamberrocracia”.

“Rechazo toda angelización que pretenda presentar a cada delincuente como una víctima de la sociedad, a cada revuelta como un problema social”, dijo el jefe del Estado en un discurso sobre seguridad ante 2.000 policías y gendarmes. “Si dejamos que un gamberro se convierta en el héroe de un barrio estamos insultando a la República y a vuestro trabajo”, les dijo el presidente a los agentes.

Sarkozy dijo que ampliará el trabajo de seguridad en los barrios conflictivos de la periferias de las ciudades, que inició en 2002 cuando accedió al Ministerio del Interior.

“Esta política determinada ha dado sus frutos”, afirmó el presidente, quien recordó que el Gobierno presentará en enero próximo un nuevo plan para ayudar a los barrios deprimidos.

El jefe del Estado señaló que la solución a estas barriadas no pasa por “destinar más dinero de los contribuyentes” sino por “arrestar a los alborotadores”, aunque se comprometió a “tender la mano” a los que “quieran progresar honestamente”.

En estos suburbios, hay una minoría de “traficantes y delincuentes”, “personas que no se han integrado”, y por eso se necesita “una política de inmigración selectiva”, recalcó.

Pidió a las fuerzas del orden que “utilicen todos los medios” que precisen para arrestar y llevar ante un juez a los que dispararon con armas de caza contra agentes en las dos primeras noches de la revuelta y mostró “la solidaridad de todo el Gobierno” con los policías, una decena de los cuales fueron alcanzados por disparos.

Un importante despliegue policial, con un millar de agentes apoyados desde el aire con helicópteros, logra que las últimas noches fueran más tranquilas en los barrios afectados, en particular en el municipio de Villiers-le-Bel, al norte de París, foco de la nueva revuelta de los barrios.

Ayer, en Villiers Le Bel, fue enterrado Moshin Cehhouli, el niño de 15 años, que junto a un amigo, falleció al chocar su motocicleta contra un coche patrulla. >agencias

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