El Gobierno sufragará la repatriación del cadáver de la joven rusa Svetlana, que murió apuñalada por su ex novio en Alicante hace diez días, y el Ayuntamiento de Alicante y la Generalitat pagarán los gastos del tanatorio y los derivados de los trámites administrativos.

La Asociación de Inmigrantes de países de Europa del Este en Alicante recibió ayer la noticia, una hora antes de que la madre de Svetlana, Tamara Orlova, compareciera ante los medios para pedir a las autoridades españolas que el presunto asesino de su hija “cumpla íntegramente su condena”.

La madre, visiblemente apesadumbrada, describió los más de tres años de acoso que supuestamente sufrió su hija por parte de su ex novio, que llegó incluso a controlarla por GPS a través del teléfono móvil y que amenazó con quitarle a su hijo, si lo abandonaba.

Orlova definió al ex novio de su hija como un “maníaco con problemas mentales”, y lamentó que matara, supuestamente, a Svetlana “sólo porque no quería estar con él”. La madre, que pidió incluso la muerte para el detenido, solicitó a los órganos judiciales que, “por lo menos, se pudra en la cárcel el máximo de tiempo posible”.

Orlova relató también que, en los más de tres años de relación que su hija mantuvo con el ahora detenido, él la controlaba en todo momento, pero Svetlana trató hasta el final de ocultarle a su familia los problemas con su pareja.