La mitad de las personas sin hogar atendidas en los albergues y comedores es inmigrante

Diario de noticias de Gipuzkoa, ana úrsula soto, 30-11-2007

Advierte de nuevos perfiles como familias sin vivienda, jóvenes y personas con trastorno mental o drogodependencia

Donostia. El Ararteko, Iñigo Lamarca, advirtió ayer de que se ha producido “un cambio notable” en el perfil de los sin techo , por lo que reclamó a las instituciones que lideren la creación de recursos adecuados a la nueva diversidad de este colectivo, ya que los centros de atención se encuentran “saturados”.

“Ya no responden exclusivamente a ese prototipo de hombre solitario de mediana edad que se desplazaba de un lado a otro con sus bolsas y que presentaba trastornos psicológicos”, describió. Según la radiografía que realiza el informe presentado ayer por Lamarca ante la comisión guipuzcoana de Política Social en las Juntas Generales, actualmente la mitad de estas personas que se ubican “en la periferia de la exclusión” es inmigrante y dos de cada diez, mujeres.

Se ha detectado, incluso, familias enteras que han perdido su vivienda, así como un aumento de la incidencia de enfermedades mentales y drogodependencia. “En muchos casos no se trata de situaciones de vulnerabilidad, sino de personas que, hasta ese momento, tenían una vida estructurada y normalizada”, destacó el Ararteko. A esto se añade que la edad media de los usuarios de estos alojamientos ha descendido, ya que en los centros nocturnos el 60% de los sin techo es menor de 30 años.

Más recursos y específicos Lamarca detalló parte de las 30 recomendaciones que recoge el informe encaminadas a solventar los “ocho problemas esenciales” que presentan la red de atención dirigida a este colectivo (comedores, centros de cobertura nocturna y diurna, de media estancia o baja exigencia, etcétera).

Entre otras, destacó la necesidad de contar con una normativa común que “clarifique el reparto competencial” y pidió a las instituciones que asuman el liderazgo en la creación de recursos.

Denunció la “saturación” que actualmente presentan este tipo de centros, con un índice de ocupación “del 100%”, dando cobertura a un número de personas “superior al de plazas”. Pidió por ello “aumentar la capacidad de respuesta con la creación de nuevos recursos específicos” adecuados a los nuevos perfiles y donde se desarrollen espacios sociosanitarios que permitan dar una “atención integral” a estas personas.

“Muchas veces reciben el alta psiquiátrica y no saben a dónde ir”, reprobó, argumentando que su oficina ha recibido varias quejas en este sentido de personas que no pueden continuar con sus tratamientos. “A pesar de la presencia significativa de las enfermedades mentales entre este colectivo, no hay espacios adecuados para ellos, no se ha desarrollado la respuesta sanitaria concreta que necesitan”, reiteró.

El Ararteko especificó que las carencias de los indigentes no sólo hacen referencia a la vestimenta o a la comida, sino que necesitan, además, políticas activas de vivienda, sanidad e inserción social.

Puso de manifiesto el problema de sensibilización que existe hacia los sin techo y que, en ocasiones, provoca “el rechazo de determinados recursos ubicados en entornos normalizados”.

Asimismo, Lamarca censuró las “dificultades de acceso” que presentan los alojamientos por la rigidez de horarios y el lugar en el que están ubicados. “Muchos cierran el fin de semana y la mayoría se sitúan en las capitales”, señaló. En este sentido, citó nueve de cada diez albergues nocturnos se sitúan en ciudades de más de 50.000 habitantes.

Asimismo, recomendó “no poner trabas al empadronamiento de estas personas”, sobre todo de los inmigrantes, “mejorar la financiación y definir los perfiles de los trabajadores al tiempo que se mejoran sus condiciones laborales”.

en vigencia Aunque Lamarca incidió en que la recopilación de los datos de este estudio se hizo hace dos años, consideró que las recomendaciones “siguen en plena vigencia”. “Sabemos que hay iniciativas en marcha para mejorar los recursos”, reconoció y emplazó a los junteros a consultar el próximo informe anual de seguimiento que se publicará en marzo y que contará con “información más completa”.

Sin embargo, volvió a advertir de que si no se da una solución eficaz a las nuevas situaciones creadas, “corremos el peligro de que la distancia entre las realidades sociales emergentes de exclusión social y la respuesta institucional se ahonde y este fenómeno vaya en aumento”.

Los grupos reconocieron los problemas destacados por Lamarca como la saturación o la falta de coordinación entre instituciones y recordaron, en este sentido, sucesos como el del vagabundo que falleció de frío en plena calle de la capital guipuzcoana en diciembre del pasado año, un suceso que desató un debate en torno a la definición de competencias y la función del Servicio Foral de Urgencias Sociales.

Así, confiaron en que este informe impulse la colaboración institucional que evite situaciones como la mencionada y dé una respuesta adecuada al colectivo de los sin techo.

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