El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, fue ayer muy crítico con la política de inmigración del Gobierno de España. En su opinión, el Ejecutivo central «es incapaz de abordar este problema» porque «no hay sensibilidad» para hacerlo. Precisamente, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, llamó anteayer a Rivero para proponerle la colaboración del Ejecutivo a la hora de trasladar inmigrantes menores a la península.

Según explicó Rivero, su Gobierno tuvo que llegar a acuerdos con alguna ONG para lograrlo ya que no lo hacía el Ejecutivo central. El dirigente de Coalición Canaria (CC) protagonizó ayer un almuerzo coloquio en el Foro Nueva Economía. Durante su alocución, también acusó al Gobierno de «poner zancadillas presupuestarias» a las islas y volvió a reiterar que desde La Moncloa se está haciendo «una revisión unilateral del modelo de Estado» y «de espaldas a la mayoría de las comunidades».

A pesar de que Rivero gobierna con el PP, ayer no quiso pronunciarse sobre si apoyará a los populares o a los socialistas tras las elecciones generales. Como explicó, a preguntas de los periodistas, no tiene «prejuicios» para llegar a acuerdos y no ve que entre ambos partidos haya diferencias en cuanto al modelo de Estado.