Vecinos contra policías en el poblado chabolista de Las Mimbreras

El País, JAVIER S. DEL MORAL / ÁLVARO CORCUERA, 29-11-2007

La sombra de la Cañada Real planeó ayer sobre el poblado de Las Mimbreras. En el lugar, que está situado junto a la M – 40, cerca del barrio de La Fortuna, en Leganés – aunque el poblado pertenece a Madrid – , se vivieron momentos de violencia por el enfrentamiento entre vecinos de la zona y agentes antidisturbios.

La mañana se preveía caliente. Los habitantes, todos de etnia gitana, no estaban dispuestos a vivir un nuevo desalojo en la barriada chabolista, previsto para ayer pero pospuesto sin fecha por la huelga de ayer en la administración de justicia. El pasado martes ya se había derribado la infravivienda en la que vivía una familia con sus cuatro hijos. Entonces no hubo altercado, según fuentes policiales.

Los vecinos esperaban el desalojo, notificado a Javier Bravo y Vanesa Montaño, la pareja que vive con sus tres hijos en la casa que el Ayuntamiento de Madrid pretende echar abajo. Así que cerraron el acceso al poblado con barricadas de neumáticos y maderas. Además, llamaron a varias televisiones. Allí estaban las cámaras cuando aparecieron dos unidades de antidisturbios de la comisaría de Latina, según la Jefatura Superior de Policía, alertada por el lanzamiento de piedras a la M – 40. Según los vecinos, iban dispuestos a consumar un nuevo desalojo.

Los enfrentamientos entre los agentes y los habitantes del poblado se iniciaron poco después de las nueve de la mañana. La policía tuvo que retroceder ante las piedras. No le valieron de nada sus disparos preventivos de pelotas de goma. Cuando llegaron los refuerzos policiales (otros ocho furgones) la batalla cambió de dueño. La policía rompió el cerrojo en pocos minutos y tomó el poblado, obligando a la gente a refugiarse en sus casas.

Allí permanecieron los vecinos de Las Mimbreras durante más de una hora. Los antidisturbios abandonaron la zona, pero un helicóptero continuó sobrevolando el poblado durante varias horas. La calma volvió a Las Mimbreras. Tan sólo una furgoneta de antidisturbios se quedó de guardia a 200 metros de la entrada al poblado.

A primera hora de la tarde había un ambiente de victoria en el lugar. Unos chavales mostraban su trofeo, el escudo de un agente. Los vecinos estaban exultantes. Decían haber impedido el derribo de la casa de Javier y Vanesa. “La semana pasada nos llegó una carta para desalojarnos porque dicen que ocupamos un lugar que no es nuestro, pero no me dan ninguna solución. ¿Y qué hago yo ahora con mis chiquillos?”, reclamaba Vanesa, quien asegura llevar ocho años empadronada en Las Mimbreras. Ella y su marido entraron a vivir en su casa hace algo más de un año, cuando otra familia la abandonó.

No eran los únicos apercibidos de desalojo. La carta del departamento de Disciplina Urbanística ha llegado a una veintena de vecinos de la zona “por constituir un foco de marginalidad y asentarse en terrenos municipales”. El objetivo del Ayuntamiento es acabar con todas las construcciones “ilegales” que han ido apareciendo desde 1995, fruto del realojo de los habitantes del Cerro de la Mica y el Pozo del Huevo. Las Mimbreras tiene hoy unas 130 chabolas y construcciones.

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