No hay nada más duro que tener que reconocer el cadáver de un hijo. La madre de la joven rusa asesinada por su ex novio en Alicante pasó ayer por este desagradable trance al llegar al Instituto de Medicina Legal. Allí estaba el cuerpo sin vida de Svetlana O.

La madre de la víctima llegó al aeropuerto de El Altet sobre las 13.30 horas. La ciudadana rusa estaba muy afligida, pero en todo momento se vio arropada por miembros de la Asociación de Inmigrantes de Países de Europa del Este de Alicante (Aipea). Esta persona ha viajado a España para acelerar la repatriación del cadáver de su hija. Aipea ya demandó la ayuda del Gobierno para agilizar los trámites.

Los miembros de la asociación de inmigrantes han iniciado una campaña de recogida de fondos para ayudar a sufragar los gastos que conlleva la repatriación o incineración del cuerpo.

Además, estas personas han pedido a una compañía aérea que traslade el cadáver de la joven a su país de forma gratuita. Svetlana O., de 30 años, falleció el pasado día 19 en el Hospital General de Alicante tras recibir una cuchillada en el cuello por parte de su ex novio.


Conmoción en Rusia

El asesinato de Svetlana ha causado, como es lógico, conmoción en Rusia y ha tenido una enorme resonancia en sus medios informativos. La escena en la que Ricardo Navarro le pide la reconciliación a la joven rusa en un programa fue difundida ayer por casi todos los canales de televisión del país, informando, además, de los detalles del horrendo crimen perpetrado en Alicante.

Los comentarios críticos se cebaron fundamentalmente con la dirección del programa por permitir la asistencia al estudio de una persona condenada ya por delitos de violencia doméstica. Algunas cadenas recogieron también el momento de la llegada al aeropuerto de Alicante de la madre de Svetlana.

En Rusia hay un espacio televisivo idéntico al Diario de Patricia, en el canal moscovita Tele – Tsentr. Se llama Kliuchevói Moment (Momento Clave). Intenta también reconciliar parejas rotas, sin embargo, no ha sido nunca origen de incidentes graves. Y ello pese a que, en ocasiones, los protagonistas se intercambian duros insultos.

La violencia contra la mujer en Rusia es bastante frecuente, sobre todo cuando ellos beben, pero no suele llegar a la agresión mortal.

La Justicia rusa suele ser muy condescendiente con quien propina una paliza a su esposa, siempre y cuando los traumas causados no sean demasiado graves. Ellas también son poco proclives a denunciarlo ante la policía.

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