"ANOCHE, ESTO ERA BAGDAD"|TENSIÓN SOCIAL EN FRANCIA

En Villiers-le-Bel nadie se cree la versión oficial de que los dos jóvenes murieron en un accidente de tráfico

La ira popular se dirige contra los medios de comunicación

El Periodico, , 27-11-2007

JOSÉ A. SOROLLA
VILLIERS-LE-BEL

Villiers-le-Bel es una ciudad tomada por la policía. Junto a la rotonda de entrada a la población, al menos cinco furgonetas de las CRS (Compañías Republicanas de Seguridad) están aparcadas como elemento disuasorio. En cada cruce, una pareja de la policía. La tensión es extrema. Nadie se cree aquí la versión de las autoridades sobre el accidente que ha causado la muerte de dos adolescentes, Mousin, de 15 años, y Larami, de 16, y las iras se dirigen hacia los medios de comunicación, a los que se acusa de transmitir la verdad oficial.
“No fue un accidente. Los persiguieron deliberadamente y provocaron un choque contra ellos”, grita una mujer, que niega que los bomberos llegaran rápidamente, como sostienen las autoridades.
Junto a la pequeña explanada de la alcaldía, un joven corpulento se dirige a gritos a Christophe, el fotógrafo de EL PERIÓDICO, e intenta agredirle. “No queremos teles aquí, no queremos teles aquí”, le espeta, antes de ser disuadido por la mujer que le acompaña.

Rabia contra los medios
La rabia contra los medios de comunicación -“venid esta noche, venid esta noche”, sueltan los transeúntes- se explica, según un testigo, porque la noche anterior, cuando la policía impedía a la prensa que se acercara al lugar de los disturbios, los jóvenes les facilitaron los movimientos. Pero la ira estalló cuando los manifestantes oyeron los boletines de radio de las once de la noche, en los que se calificaban los hechos como accidente.
Calvin Kalngi, presidente de la asociación France Plurielle, creada en Villiers-le-Bel hace 13 años, no tiene tan clara la causa de las muertes. “Estoy muy sorprendido porque eran dos muchachos muy conocidos que iban en esa pequeña moto muchos días. Los testigos dicen que la policía no hizo nada para evitar el choque y que los policías no les ayudaron. La verdadera cuestión es por qué no se les pudo salvar. En los barrios sensibles, los bomberos no pueden intervenir solos. Necesitan la autorización de la policía, que esperó a pedir refuerzos y cuando llegaron los bomberos ya no se pudo hacer nada”.
Zaid no se anda con matices. “Ha sido un asesinato, un crimen”, exclama mientras señala el lugar del choque. Apoyado en una farola, alguien ha colocado un ramo de flores con las fotos de los dos jóvenes y, encima de una de ellas, la leyenda: Fallecido el 25-11-07. Muerto por nada. Son las mismas fotos que exhiben centenares de jóvenes en una manifestación silenciosa celebrada a media tarde. Zaid muestra el concesionario de coches incendiado y pronostica que los disturbios van a repetirse por segundo día: “Anoche, esto era la guerra, era Bagdad”.
Y de las brasas de los incendios surgen las causas de fondo: “Desde el 2005 no ha cambiado nada. Las autoridades siempre dan las mismas respuestas, y así no se soluciona nada”, justifica Calvin. “Francia nos dio los papeles fácilmente, pero no nos ha considerado como franceses”, se lamenta Zaid, de origen argelino.

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