64 policías heridos, 5 de ellos graves, en la segunda noche de violencia en los suburbios de París

1. Los disturbios en seis localidades se saldan con seis detenidos y numerosos coches y edificios destruidos

El Periodico, , 27-11-2007

EFE
PARÍS

Al menos 64 policías han resultado heridos, cinco de ellos de gravedad, en la segunda noche de disturbios en el extrarradio norte de París, donde han sido detenidas seis personas y numerosos coches y edificios han resultado incendiados y destruidos.

Fuentes policiales han explicado que uno de los agentes heridos de gravedad ha recibido un impacto de bala en la espalda. También han asegurado que seis personas han sido detenidas y que 63 vehículos han sido incendiados en la media docena de localidades donde se produjeron los altercados y además fueron destruidas dos escuelas, una biblioteca, unas oficinas de impuestos y un supermercado.

Cerca del lugar del accidente

Los disturbios se iniciaron a última hora de la tarde de ayer y se prolongaron hasta la una de la pasada madrugada en poblaciones cercanas a Villiers-le-Bel. En esa localidad, a una veintena de kilómetros al norte de París, comenzaron los incidentes tras la muerte el domingo de dos adolescentes al chocar su moto contra un coche de policía.

Los enfrentamientos entre jóvenes y policías se reanudaron por segunda noche muy cerca del lugar donde fallecieron el domingo los dos jóvenes, Moushin y Larami, de 15 y 16 años, respectivamente. Los alborotadores lanzaron todo tipo de proyectiles contra los agentes, que respondían con gases lacrimógenos, pelotas de goma y otro material antidisturbios.

Tranquilidad en el foco del 2005

Los atacantes, que se pertrechaban tras los contenedores de basura, quemaron un autobús y un coche de policía. Aunque los desordenes se concentraron en el departamento de Val d’Oise (Villiers-le-Bel, Sarcelles, Garges-les-Gonesse, Cergy, Ermont y Goussainville esencialmente) también se ha informado de algunos incidentes en las barriadas conflictivas de Mureaux, en el departamento de Yvelines, al sur de París.

La delegación del Gobierno de Seine-Saint-Denis, que fue el origen y el principal foco de la ola de disturbios que sacudió Francia hace dos años, ha afirmado que la situación había sido “tranquila” durante la noche.

Justicia y serenidad

Un portavoz de las familias de los fallecidos en Villiers-le-Bel ha pedido públicamente que se haga “justicia con calma y serenidad, que la investigación se lleve a cabo bajo el control de un juez instructor y que se respeten las leyes de la República”.

Los padres de los jóvenes muertos han pedido que se recuerde a sus hijos “sin violencia, sin altercados y respetando la legalidad”.

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