Svetlana

La Vanguardia, , 25-11-2007

Cristina Sánchez Miret
A Svetlana la engañaron su novio y El diario de Patricia. Acudió al programa pensando que a lo mejor la pondrían en contacto con algún familiar suyo. En cambio, la sorpresa fue encontrarse con su ex novio, el cual había sido recientemente condenado por los malos tratos infligidos durante su relación.

Él le pidió ante las cámaras que se casaran, ella le dijo que no. Ahora está muerta. La degolló cuatro días después de haber salido por televisión. El primero tendrá que rendir cuentas ante la justicia, en cambio el programa puede que gane audiencia.

A cada año que pasa el número de víctimas causadas por la violencia machista aumenta. Este año, que todavía no ha terminado, ya son más que el anterior. Las medidas adoptadas, los planes aprobados para erradicar este tipo de comportamientos, o al menos para evitar muertes, no son efectivos.

Las actuaciones han de ser mucho más amplias, dirigidas a más sectores y partiendo de la idea de que estos casos se gestan cada vez que no se reprueba o no se castiga una situación sexista. Aunque la mayoría de las muertes se produce en manos de parejas o ex parejas, las condiciones que permiten que este tipo de hechos se produzcan van más allá del ámbito doméstico.

Las agresiones de los hombres hacia las mujeres forman parte de nuestra cotidianidad. De la de todos y empiezan a muy temprana edad. Estas se producen también cada vez que aceptamos o que hacemos la vista gorda ante una broma de mal gusto, un simple comentario o incluso una opinión. Cada vez que no corregimos y reproducimos un comportamiento sexista, sea este del tipo que sea.

Ayer aparecía una noticia sobre la difusión de un vídeo por parte de dos adolescentes en el que se veía como una chica de quince años era obligada a realizar una felación a uno de ellos. Ocurrió en el mes de julio y las imágenes circulaban en los teléfonos de los alumnos del instituto al que acude la menor. Nadie lo denunció, hasta que los profesores se dieron cuenta de lo que ocurría.

Como en el caso de Svetlana, los autores materiales recibirán un castigo, pero el resto – en el primer caso, todos los que participan y ven el programa; en el segundo, todos aquellos que tenían las imágenes en su móvil y no dijeron nada-, seguirá sin ser consciente de que su actuación ha contribuido a que estas situaciones ocurran y se reproduzcan.

C. SÁNCHEZ MIRET, socióloga
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