La llegada de pateras a Canarias y a las costas del sur peninsular es continua. Proceden de Marruecos, que todavía no ha restituido la vigilancia especial para frenar la inmigración. Con las embarcaciones que han arribado en los últimos días a las Islas son ya 1.500 los inmigrantes detenidos en el mes de noviembre.

DORY MERINO, Tenerife

Marruecos no ha restituido en sus costas la vigilancia especial que instaló en 2004 para controlar la inmigración clandestina y frenar la salida de pateras hacia Canarias, tal y como confirmaron ayer a EL DÍA fuentes diplomáticas presentes en el vecino país.

La llegada de pateras a Canarias procedentes de Marruecos y también a las costas del sur peninsular es continua. Esta situación era de esperar desde que empeoraran las relaciones entre España y Marruecos, hace tres semanas.

Precisamente ayer, desde el Gobierno de Marruecos se informó de que ese país ha logrado desmantelar este año un total de 304 redes de inmigración ilegal, lo que redujo en lo que va de 2007 en un treinta y dos por ciento los intentos de inmigración clandestina desde las costas marroquíes hacia las españolas, en comparación con el mismo período de 2006, según las fuentes gubernamentales del vecino país.

En el mes de mayo de 2004, el Gobierno de Marruecos anunció que reforzaría la vigilancia de las costas marroquíes ante la mejora del tiempo para evitar una salida masiva de las pateras. Las relaciones entre ambos países durante ese año eran excelentes, algo que no sucede en la actualidad.

Además, Rabat se comprometió a luchar con eficacia contra la inmigración ilegal.

La nueva vigilancia consistía en la instalación por toda la costa de unas pequeñas garitas, donde se instalaba un policía, que al detectar alguna barquilla clandestina se encargaba de obligarla a dar la vuelta.

Junto a las pateras, los cayucos también siguen viniendo a las Islas, pero con menos frecuencia y con menos personas que los del pasado año.

Ayer, Salvamento Marítimo y la Guardia Civil rescataron a 65 inmigrantes que viajaban en un cayuco que fue avistado por un pesquero cuando navegaba en aguas cercanas al sur de Gran Canaria.

La expedición llegó a puerto a las 6:00 horas de ayer sin que ninguno de sus integrantes precisara atención médica, agregaron las fuentes.

La llegada de los últimos cayucos eleva a 1.500 las personas interceptadas en noviembre cuando intentaban llegar a las Islas de forma clandestina, lo que convierte este mes en el más intenso en cuanto a arribada de embarcaciones, casi 30.