Un universo por descubrir

La presencia china en Donostia no se limita a restaurantes y bazares. Se trata de un universo más amplio que Yun Yang se encarga de acercar. Su idioma es complicado pero enriquecedor

Diario de noticias de Gipuzkoa, , 23-11-2007

hace tres años, Yun Yang empezó a impartir clases de chino en Donostia. Asegura “estar saturada por la cantidad de trabajo”, pero “contenta” a su vez por los resultados obtenidos. “Trabajo de lunes a sábado y merece la pena”, dice. En la primera toma de contacto con sus alumnos, Yang transmite la idea de que “aprender chino no es imposible, pero exige trabajo, lo mismo que cualquier otro idioma”. En la actualidad, Yang imparte lecciones a adultos y niños de la asociación Anichi y el colegio Mary Ward de Donostia. Participa, además, en un programa de integración de niños inmigrantes bajo el amparo del Gobierno Vasco. Es, además, autora del curso de CCC de chino, lo que le permite tener numerosos alumnos en todo el Estado.

Se trasladó a España de la mano de su padre, seleccionador de bádminton en los Juegos Olímpicos de Barcelona. Después de vivir en distintos puntos del Estado, llegó a Euskadi. En Deusto realizó un máster en Comercio Internacional. Trabajó en el ámbito empresarial durante tiempo hasta que hace tres años empezó a impartir clases. Más allá de gramática, opta por mostrar a sus alumnos las tradiciones y manera de ser de su país. “Cuando uno viaja a China, además del idioma, me parece interesante que tenga nociones de la realidad que se va a encontrar y que no tiene nada que ver con esto. Creo, además, que más allá de lo que se dice, es importante la manera de decirlo”, apunta Yang. A la hora de aprender el idioma reconoce que es “duro” memorizar todos los caracteres, pero la constancia es un premio. “Algunos de mis alumnos se sorprenden de poder escribir en chino en apenas tres años, pero lo hacen”, señala.

Entre sus alumnos adultos se cuentan integrantes de un despacho de abogados, empresarios y padres de niños adoptados. A las sesiones extraescolares de la asociación Anichi y el colegio Mary Ward, por su parte, asiste un grupo de niños guipuzcoanos. En este tiempo, Yang ha tenido alumnos de poco más de dos años. “A primera vista parece imposible que un niño de dos años pueda aprender algo de chino. Sin embargo, lo llevaron a China y era capaz de nombrar distintos objetos sin problema”, explica. Yun Yang tuvo la oportunidad de viajar durante doce días a China con varios alumnos. “Es interesante que puedan practicar en situaciones diarias, en la compra o en la recepción del hotel”, asegura.

Cada vez es mayor la demanda de aquellos interesados en aprender a hablar y escribir en chino. De hecho, la presencia del país asiático en el mundo es cada vez mayor. “Soy muy exigente y considero que no existe gente suficientemente cualificada para impartir chino. En estos momentos, hay demanda que no puedo atender, pero no soy capaz de encontrar a la persona adecuada y preparada para dar las clases”. Yang trabaja de lunes a sábado en Donostia, Zarautz e Irun con alumnos de distintos puntos de Gipuzkoa. “Una de mis alumnas venía desde Azkoitia”, dice. Se muestra, además, “contenta”, por el desarrollo del curso CCC, que empezó el pasado mes de abril. “Es gente que estudia el idioma a distancia. Me rebotan los ejercicios y tienen un nivel alto”. Estos alumnos han agradecido, además, la oportunidad de estudiar la lengua a través de este programa.

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