La Asociación de Trabajadores Marroquíes en España (ATIME) y la Asociación de Senegaleses denunciaron ayer que el traslado previsto de la Oficina de Extranjería al Polígono Industrial de Cabezo Cortado, en Espinardo, «dificultará» la realización de trámites y gestiones de la población inmigrante, porque la zona no está bien comunicada. Es un lugar «aislado del núcleo urbano» y de «difícil acceso, en el que para llegar ni siquiera hay transporte público». ATIME y la Asociación de Senegaleses creen que «se está intentando relegar y aislar a la población inmigrante construyendo esta oficina en una zona apartada del municipio».

El objetivo, denuncian, no es «mejorar la prestación del servicio», sino «ocultar a los inmigrantes de la vista de los demás ciudadanos». Si se confirma que la ubicación elegida por la Delegación del Gobierno es el polígono de Cabezo Cortado, «tendrá como consecuencias una mayor dificultad en la convivencia y en la integración». Por eso, las asociaciones piden que se reconsidere la decisión y se acerquen los servicios a los ciudadanos «sin discriminación».