Montilla resiste impasible el duro interrogatorio de los ciudadanos

El Periodico, JOSEP TORDERA / ANDREU FARRÀS, 21-11-2007

José Montilla tuvo que afrontar anoche un duro examen por parte de 31 de los invitados al programa Tinc una pregunta per a vostè de TVE, que ayer se emitió en una edición especial para Catalunya. El president fue interrogado a fondo acerca de su vida familiar y sobre la inmigración, las deudas financieras del PSC, el uso del castellano en las escuelas, la Administración catalana, los problemas de Cercanías de Renfe y el déficit sanitario y de infraestructuras.
El tono de las preguntas distó mucho de ser complaciente, aunque Montilla las afrontó con una gran dosis de sangre fría, que solo se alteró en una ocasión: cuando un ciudadano de Santa Coloma de Gramenet le interpeló qué podía hacer para que su entidad financiera le perdonara el pago de su crédito como, a su juicio, le ocurrió al PSC.
El president se mantuvo, aparentemente impertérrito, pero por primera y única vez en todo el programa se pasó al castellano para responder a la pregunta, que también había sido hecha en este idioma. Montilla le recordó a su interlocutor que no se le había perdonado ningún crédito a él a título personal y que las negociaciones para reducir el pago de los intereses por parte del PSC no supusieron la condonación de la deuda, situación común a todos los partidos.

VENTAJAS
El president fue preguntado en varias ocasiones por cuestiones referidas a la inmigración. Desmintió a quien aseguraba que se daba un trato fiscal ventajoso a los inmigrantes para abrir negocios. Montilla recomendó a un invitado rumano la denuncia de los abusos laborales que puedan sufrir algunos compatriotas suyos. Y, en respuesta a una ciudadana marroquí, dijo preferir que una niña vaya a escuela con velo a cerrarle las puertas a su derecho a la educación por llevar esta prenda.
Montilla fue contundente al ser preguntado por la denuncia del 3% hecha por Pasqual Maragall en relación con supuestas comisiones ilegales en la etapa de gobierno de CiU. “No se pueden denunciar cosas si no se tienen las pruebas correspondientes”, dijo. El president también se mostró crítico con José Luis Rodríguez Zapatero por bromear sobre la crisis de las Cercanías de Renfe en el programa de Andreu Buenafuente: “Yo no hubiera hecho aquel chiste, porque a las personas que sufren ahora este problema una broma de este tipo puede ofenderles”, argumentó.

COSAS DE FAMILIA
A Montilla se le preguntó también por qué lleva a sus hijos pequeños a una escuela privada. “Es una opción personal”, argumentó, para añadir que, como president, su objetivo es lograr el más alto nivel para la enseñanza pública. Tras los hijos, la esposa. Su condición de concejala del Ayuntamiento de Sant Just Desvern y de diputada provincial de Barcelona hizo que se le preguntase sobre la conveniencia de tener dos trabajos y dos sueldos. Montilla aclaró que, como todos los políticos electos, se pueden tener dos o más cargos, pero solo un sueldo. Eso sí, a escoger.
Otro capítulo caliente fue el referido al uso oficial del catalán y el castellano. “Se puede ser president sin tener el nivel C de catalán, como es su caso, pero no se puede trabajar en la Generalitat si no lo tienes”, le espetó una mujer de Altafulla. Montilla recordó que los funcionarios han de poder atender a los ciudadanos en sus respectivas lenguas. Otra invitada reprochó que el catalán sea el idioma exclusivo en la correspondencia de la Generalitat con los ciudadanos y el presidente de la Generalitat le precisó que la lengua catalana sigue siendo la más débil y que por ello necesita ayudas.

DEL PSOE, NO DEL PSC
Un vecino de L’Hospitalet de Llobregat le explicó a Montilla que sus simpatías están con el PSOE, “pero no con el PSC, que solo habla de Catalunya y del Estatut”. El president le recordó que el PSC “es catalanista, pero no nacionalista”, y que participa con el PSOE en un proyecto plural. En todo caso, insistió, hay que tener claro que Catalunya tiene “una historia, una cultura y una lengua propias”.
Además de escuchar las ya habituales quejas sobre el funcionamiento de Cercanías de Renfe y el déficit de infraestructuras, Montilla oyó duros testimonios acerca de los graves problemas económicos de varios pensionistas.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)