Crimen de Legazpi

Arsenal antifascista en Sol

El Mundo, LUIGI BENEDICTO BORGES, 20-11-2007

Cerca de 70 armas fueron requisadas el sábado durante la manifestación en honor del menor asesinado por un neonazi Cerca de 70 armas blancas de distinto tipo, tamaño y color. Ese es el particular arsenal confiscado por los centenares de agentes de la UIP (Unidad de Intervención Policial) que el pasado sábado se encargaron de vigilar la manifestación antifascista celebrada en la Puerta del Sol. Las cerca de mil personas que acudieron al acto protestaban por la muerte de Carlos Javier Palomino, el menor de 16 años asesinado por un neonazi el domingo 11 de noviembre cuando acudía a boicotear una manifestación de ultraderecha.


Dado que el ambiente previo era de máxima alerta por el posible enfrentamiento entre radicales de extrema izquierda y extrema derecha, los agentes, muchos de ellos llegados de diferentes puntos de España, procedieron al cacheo e identificación de toda persona sospechosa de portar armas de algún tipo. Y a la vista de los resultados, tuvieron buen ojo. Entre las armas requisadas destaca un tirachinas al más puro estilo Zipi y Zape. Quizá su portador fuera un aficionado a los cómics, y por eso también llevara a la fallida confrontación dos sais, una especie de bastón de hierro forjado con dos grandes ganchos en su empuñadura que sirve para defender los ataques del sable. Esta arma es propia de personajes del noveno arte como Elektra o la tortuga ninja Raphael. También hay sprays, navajas de todo tipo, bates de béisbol, puños americanos, cadenas y lo que muchos llaman «guadañas de viaje», utilizadas sobre todo para atacar al cuello de los rivales.


La concentración antifascista había sido planeada en una nave industrial okupada en Legazpi. Después de un cambio de impresiones, los allí presentes acordaron manifestarse en la Puerta del Sol el sábado a las 16.30 horas. El lugar elegido no fue casual, ya que allí es donde finalizaba una marcha de tintes racistas organizada por el partido político de ultraderecha Alianza Nacional. Aunque el objetivo de la Coordinadora Antifascista era honrar al joven asesinado, buena parte de los congregados clamaban venganza.


Aunque días después la Delegación del Gobierno desautorizó la marcha de ultraderecha, y el TSJM lo ratificó posteriormente, los antifascistas continuaron anunciando su concentración alegal mediante mensajes de móvil y correos electrónicos y muchos decidieron ir fuertemente armados, no fuera a aparecer por las inmediaciones algún ultra de extrema derecha. Pero no fue el caso. Cada uno de los portadores de las armas fue identificado y aunque ninguno de ellos fue detenido, todos se exponen a una multa de 1.300 euros.

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