madrid. La Policía tiene identificados a unos 2.800 ultras de carácter violento en toda España, unos 800 neonazis frente a 2.000 integrantes de grupos antisistema y grupos de extrema izquierda. A estos casi 3.000 integrantes de bandas violentas de diferente ideología hay que sumar los activistas de la kaleborroka en el País Vasco y en Navarra, de los que algunos grupos copian los métodos de agitación y violencia callejera.

En las cárceles españolas apenas hay media docena de reclusos condenados por su pertenencia a bandas ultras, número que crece de forma exponencial cuando el motivo de la pena es un delito común cometido por un miembro de estas bandas.

Los líderes de estos grupos ultras – sobre todo los neonazis – utilizan los acontecimientos deportivos como centros de adoctrinamiento de nuevos adeptos, sobre todo menores.

En España operan decenas de grupos de ultraderecha, responsables de casi 4.000 agresiones al año contra inmigrantes, homosexuales o indigentes en más de 200 localidades de todo el Estado. >agencias