Los ciudadanos ecuatorianos que residen en la Comunitat festejaron ayer a su patrona, la Virgen del Quinche. Decenas de personas participaron ayer en la procesión con la imagen de la Virgen del Quinche, que recorrió, acompañada de cánticos y la devoción de sus fieles, el viejo cauce del Turia desde el puente de Ademuz al de Serranos.

El recorrido procesional se inició con el disparo de guegos artificiales. Dos niños abrían la procesión portando una bandera de Ecuador. Le seguían un nutrido grupo de mujeres que portaban vistosos ramos de flores. La imagen de la Virgen del Quinche, bellamente ornamentada para la celebración cerraba la comitiva.

La procesión discurrió entre oraciones y bellos cantos dedicados a la Virgen del Quinche. El sacerdote Edison López, junto con otros sacerdotes, presidían los actos en honor de la patrona de Ecuador.

En distintos momentos lanzaron plegarias por “todas las personas de todos los pueblos” y por los “inmigrantes que sufren el peso de la adaptación”. También oraron por aquellas personas que se ven envueltas en “situaciones de angustia”.

“Todos los años vengo a la procesión de la Virgencita del Quinche porque soy muy devota”, apuntaba Angélica. También Clementina, una mujer que lleva cerca de seis años en Valencia, se confiesa “devota de la Virgen”.

Clementina relata que en Quito cada año se celebra “la caminata de la Virgen del Quinche el 21 de noviembre para venerar a la Virgen y acuden devotos de todas las provincias”. La celebración de ayer es para esta mujer “algo muy bonito”, una ocasión en la que “podemos reunirnos todos”.


“Demostrar nuestra cultura”

También acompañaban a la Virgen un grupo de hombres y mujeres vestidos con trajes típicos de Ecuador. Eran los miembros del grupo folclórico Renacer Andino que tras la procesión y la misa ofrecieron una actuación de bailes típicos de Ecuador. La guía del grupo, explicó que la actuación se realizaba con la finalidad de “demostrar nuestra cultura”, a la vez que apuntaba que asistían a la procesión para “rezarle ala Virgen y para reunirnos”.

Tras el recorrido entre los puentes de Ademuz y Serranos, se celebró una eucaristía en la parroquia de Santa Mónica. A esta celebración siguieron bailes tradicionales.

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