La policía calcula que en España hay casi 10.000 'ultras' y neonazis

El País, JESÚS DUVA, 18-11-2007

“La actividad delictiva de los grupos ultraderechistas, concretada en peleas y agresiones, es estable y no ha experimentado este año ningún aumento significativo respecto al pasado”, asegura un informe de la policía de Madrid, extensible al resto de España. “Desde la vuelta del verano hay una ofensiva muy fuerte de los grupos xenófobos”, replica Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia. Las alarmas han saltado tras la muerte del joven antifascista Carlos Javier Palomino, de 16 años, apuñalado el pasado fin de semana por un militar supuestamente ligado a grupos neonazis en el metro de Legazpi (Madrid).

El principal temor del Ministerio del Interior no es a un supuesto repunte de la ultraderecha, sino a que se desencadene una dinámica de acción – reacción entre los grupos de extrema derecha y los de extrema izquierda y antisistema. Este temor está relacionado con un supuesto intento de revancha mutua tras el reciente asesinato del joven madrileño.

“El nivel de desorganización de los grupos neonazis es total. Carecen de liderazgo. Lo único que les identifica es su estética y el uso de determinadas prendas. Suelen reunirse en conciertos de rock de bandas neonazis, en espectáculos de fútbol y en otros eventos”, sostiene el informe de los servicios de Información de la policía. Éstos tienen fichados a unos 1.200 integrantes de estos grupúsculos en la Comunidad de Madrid y calculan que en el resto de España hay en torno a 8.000 más.

En 2006, estos radicales protagonizaron en Madrid 58 acciones delictivas mientras que en lo que va de año han intervenido en 59, según fuentes del Cuerpo Nacional de Policía. Éstas, además, resaltan que el año pasado fueron detenidas 64 personas implicadas en este tipo de incidentes, mientras que en lo que va de año han sido arrestadas 69. “Eso prueba que estamos encima de estos grupos”, asegura un mando de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Esteban Ibarra discrepa: “Nuestra ONG calcula que cada año hay en España unos 4.000 incidentes racistas, xenófobos, homófobos y contra indigentes. Son delitos de odio sin más motivación que el odio al inmigrante, al homosexual, al indigente, al que es diferente… Son obra de bandas neonazis o de lobos solitarios, que también actúan así siguiendo instrucciones de su organización”. Ibarra sostiene que en los últimos tres años se han registrado delitos de este tipo en 200 municipios. Y concluye: “A mí me salen 70 muertos desde el asesinato de la dominicana Lucrecia Pérez en 1992, en Aravaca, hasta hoy”.

Los violentos neonazis suelen actuar en Madrid en Chamberí y los bajos de Aurrerá y cerca del complejo Galaxia (en Moncloa), el distrito de Latina, los alrededores del estadio Vicente Calderón, el corredor del Henares, Parla, Pozuelo de Alarcón y Aravaca. En el resto de España, los puntos donde se ha detectado mayor actividad ultra son Cataluña, Valencia y Andalucía.

“Estos grupúsculos violentos responden al esquema de los skin head (cabeza rapadas), tienen un liderazgo espontáneo, no consolidado, y una estructura de tipo defensivo”, explica el informe policial. Muchos de estos individuos suelen ir a actos y manifestaciones de partidos como Democracia Nacional, Movimiento Social Republicano, Alternativa Española, La Falange, Alianza Nacional, y Nación y Revolución, que niegan cualquier implicación en hechos violentos. La policía afirma que no hace seguimiento de estas organizaciones porque “son legales”.

Los servicios de Información de la policía consideran que grupúsculos como Volsfront, Hammerskin y Blood and Honour, que tienen un alto nivel estructural y organizativo, están “a la baja” tras los golpes que la policía y la Guardia Civil les han asestado en el último año.

José Manuel Sánchez Fornet, líder del Sindicato Unificado de Policía (SUP), declara: “Hay que potenciar el personal dedicado a controlar a los ultras. La lucha contra los ultras violentos no figura entre los objetivos fundamentales de la policía”.

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