Desde Dentro Ricardo Peytaví

Rol de inútiles

El Día, 18-11-2007

DISCREPO con José Miguel Ruano en que Jesús Caldera sea
el ministro más inútil del Gobierno de España. Denominación que ha impuesto el
presidente de la sonrisa y el talante para el Ejecutivo central. Hablando de
inútiles, no sé qué decir de la titular de Fomento, Magdalena Álvarez – Maleni
para los amigos – , o de Miguel Ángel Moratinos, ínclito responsable de Asuntos
Exteriores, tan de moda estos días de diatribas con Marruecos y Venezuela. La
incompetencia de Maleni ha quedado patente con el desastre ferroviario de
Cataluña, si bien eso queda un poco lejos de estos alrededores. Lo de Moratinos
nos afecta más, sobre todo en el caso de Marruecos por la proximidad geográfica.
La nulidad de este ministro ha llegado a tal extremo, que Zapatero le ha
encargado a su fiel Fernández de la Vogue lucir un poco más el palmito y, de
paso, supervisar personalmente las relaciones internacionales a través de un
comité ejecutivo. Todo ello dentro del Consejo de Política Exterior; un
organismo creado por Aznar que apenas se reunió mientras el PP estaba en el
poder. Con el PSOE casi había desaparecido. Ahora el presidente lo ha rescatado
no para tratar de enmendar los yerros de su obtuso ministro – algunas cosas ya no
tienen arreglo – , sino para impedirle nuevos disparates. Lo propio, desde luego,
hubiera sido cesar a Moratinos. Sin embargo, una crisis ministerial – otra más – a
cuatro meses y medio de las elecciones, causaría mala imagen.

Jesús Caldera, en cambio, no está tan cuestionado
públicamente como Maleni y Desatinos. No porque sea menos baldío que ellos, sino
porque gestiona con más discreción sus carencias. Las suyas y las de Consuelo
Rumí, secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, cuyos disparates
mantienen una relación biunívoca con sus apariciones en público. Entre sus
perlas más brillantes cabe recordar la recomendación que les hizo, en su día, a
los inmigrantes sin papeles. Les aconsejó que abandonasen voluntariamente España
para no ser sancionados. Petición tan alarmante para los ilegales, que
colapsaron los aeropuertos raudos a cumplirla. En realidad, los aeródromos
abarrotados fueron los de los países emisores. Tan grande es el respeto mundial
que inspira el Gobierno de la España de Zapatero, que cuando alguno de sus
ministros o altos cargos afirma algo, se interpreta precisamente lo contrario. O
simplemente se pasan la recomendación, orden o lo que sea, por el arco de
triunfo. Al pito del sereno se le hacía más caso.

Cadena de pifias en asuntos inmigratorios,
lamentablemente no sólo gubernamentales, con algunos eslabones esperpénticos.
Verbigracia, los vídeos para que los africanos renuncien al peligroso, y muchas
veces mortal, viaje en cayuco. Vídeos que han conseguido precisamente lo
contrario. Es decir, que las mafias del asunto hagan su agosto de enero a
diciembre. ¿Quién fue el Spielberg que los grabó? ¿Con qué asesoramiento? ¿Con
qué subvenciones? Aunque, para qué indagar lo evidente. Los experimentos de los
brujos aprendices suelen acabar así; no hay más misterio en el desaguisado. La
avalancha se veía venir desde que otro genio de la imagen – seguro que a estas
alturas ya le han dado un premio de periodismo – difundió una foto de varios
subsaharianos en una escuela de cocina, vestidos de blanco con gorro y todo.
Después de eso sobran hasta los vídeos subvencionados.

En fin: nada más lejos de mi intención contradecir a
Ruano. Tan sólo me permito sugerirle que amplíe su lista de inútiles. El rol de
la incompetencia, especialmente en temas migratorios, es bastante más largo.

rpeyt@yahoo.es

 

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