Vascos de hecho y de derecho

Una delegación del Consejo Gitano de Euskadi visitó ayer el Parlamento vasco en coincidencia con la celebración del día de este colectivo

El Correo, CRISTINA LECIÑANA, 17-11-2007

La que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, llama «la casa de todos los vascos» abrió ayer sus puertas para recibir en su seno a una delegación del Consejo Vasco para la promoción integral y participación social del Pueblo Gitano. La agrupación, que unos días antes había perdido a un miembro «muy querido» de la comunidad, quiso celebrar el Día del Pueblo Gitano, pese al «dolor por el fallecimiento», conociendo de cerca el Parlamento que los representa como vascos de pleno derecho.

Los 18 miembros de los siete colectivos vascos que formaban la delegación Gao Lacho Drom, Kale Dor Kayicó, Iniciativa Gitana, Amuge, Chanelamos Adiquerar, Kamelamos Adiquerar y la Asociación de Gitanos de Barakaldo se dirigieron a la sala de recepciones del edificio, donde les esperaba la presidenta del Parlamento vasco, Izaskun Bilbao.

Corbatas con el nudo perfecto, faldas mejor planchadas y pantalones con la raya bien hecha. El acto merecía vestirse con las mejores galas y Emilia Cortés, presidenta de la asociación Chalenamos Aniquerar (en dialecto gitano, ‘Sabemos hablar’) había sacado del armario su vestido más elegante. Eso sí, sin perder su esencia gitana. «Para nosotras esta experiencia es maravillosa, como mujeres que la sociedad más ha marginado», denunció.

Atenta a las palabras de Izaskun Bilbao, Cortés no perdía detalle de lo que ésta le decía al Consejo Gitano. «Como institución, queremos conocer todos las sensibilidades y culturas de Euskadi. Hay que avanzar por convivir, aprender y compartir los valores de cada uno de nosotros. Y que los niños (de etnia gitana) estén escolarizados es avanzar en calidad de vida», recordó Bilbao.

El vicepresidente del Consejo, Bartolomé Jiménez, agradeció la visita «a este parlamento que también es el nuestro». Y recordó «el esfuerzo» de la comunidad gitana, que suma 14.000 personas en el País Vasco, por trabajar en la educación. «Todo para que un día podamos ver a un parlamentario gitano en esta institución», auguró.

Casualidades de la vida

Tras las fotos y saludos de rigor, Cortés congenió inmediatamente con la presidenta del Parlamento vasco. Y todo por haber compartido el mismo hogar: Bermeo. «Hasta que me casé a los 14 años, viví en Bermeo con mi familia y la convivencia era estupenda con todos los vecinos», contaba. Bilbao, gratamente sorprendida por la casualidad, reconocía: «Muchas veces tenemos más cosas en común de lo que creemos».

Tras las formalidades, la delegación recorrió las obras de arte que decoran la institución, a la vez que aprendían la historia del edificio y su funcionamiento. Después, un desayuno calmó el apetito que había provocado las subidas y bajadas por las tres plantas del Parlamento.

Pero a Emilia Cortés lo que más le interesaba era ver al lehendakari. «¿Dónde está?», repetía una y otra vez. Y por fin logró verlo. Estaba sentado en su escaño de la Cámara vasca, sin percatarse de que una mujer le observaba muy atenta dos pisos más arriba.

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