Un ciudadano se enfrenta a un hombre que apuñalaba a su ex mujer en Bilbao

Le separó de la víctima a empujones y le advirtió de que la Policía estaba en camino

El Correo, AINHOA DE LAS HERAS a.delasheras@diario-elcorreo.com, 16-11-2007

Una mujer maltratada Maite Cintia B.A., colombiana de 28 años tuvo la suerte ayer de contar con la ayuda de un «héroe anónimo», como le definen desde entonces sus compañeros de trabajo. El joven, que prefiere mantener su identidad en secreto, se enfrentó al agresor y consiguió que éste dejara de apuñalarla, según relataron testigos del suceso. Ocurrió alrededor de las nueve y media de la mañana en la calle Juan de Urbieta del barrio bilbaíno de San Ignacio. Antonia, una vecina de la zona, vio desde su ventana cómo un individuo «moreno, fuerte y vestido con un jersey que sobresalía bajo la chamarra» se apeaba de un todoterreno negro, marca ‘Honda’, empujaba a la mujer contra un coche y le lanzaba varias cuchilladas.

La víctima declaró después que él la había estado esperando fuera del domicilio. Según algunos residentes, se trata de un matrimonio de inmigrantes colombianos que vivió un tiempo en Vitoria él es albañil y ella trabaja como empleada de la limpieza y se han separado recientemente. La mujer reside ahora en la calle donde se produjo el incidente y sobre él pesa una orden de alejamiento, según ha podido saber este periódico.

¿Qué le pasó ayer al hombre por la cabeza para que quebrantara la prohibición de acercarse a su ex compañera? Una mujer les había visto una media hora antes del violento encontronazo. «Él corría detrás de ella y le insistía; ‘¿Que me dejes las llaves!’, pero no me pareció entonces que estuviera en peligro o que necesitara ayuda». La agresión con arma blanca se produjo junto a una empresa de diseño fotográfico. Los empleados escucharon los «chillidos» de una chica que había presenciado la escena mientras paseaba a su perro, y salieron a la calle. Vieron «a una pareja forcejeando en el suelo».

De repente, uno de los operarios se armó de valor y «se lanzó» sobre el tipo para «quitárselo de encima» a la mujer. El trabajador se encaró al agresor, que portaba un cuchillo, y después de empujarle contra un coche, le advirtió señalándole con el dedo: «¿Está llegando la Policía, eh!». La mujer aprovechó para zafarse e intentó desesperadamente buscar una salida, primero en un portal y luego en la empresa, donde vio una puerta abierta. El hombre le había asestado al menos un corte en el cuello, otro en la barbilla y otro en el abdomen de bastante profundidad, si bien la gravedad no se podrá determinar hasta conocer los resultados del examen médico.

Ropa empapada de sangre

La víctima, una joven colombiana de pelo rizado y tez morena, tropezó entonces con la secretaria de la empresa de fotografía, que le ayudó a escapar. «La pobre tenía el abrigo empapado de sangre y se cubría las heridas del cuello con las manos». Horas después aún era visible el reguero en la acera y en la puerta del negocio. Dos empleados tuvieron que cambiarse de ropa porque se habían manchado de sangre al socorrerla. «Sólo decía que la ayudáramos y que llamáramos a una ambulancia».

La trabajadora cogió a la chica apuñalada y cruzó con ella las instalaciones para salir por la puerta trasera, ubicada en la calle Mar Meditarráneo. Para evitar que el hombre pudiera encontrarla, ya que sabía que seguía en la calle, buscó refugio para ella en un taller mecánico cercano. Hasta allí se acercó una ambulancia concertada de Osakidetza que atendió a la herida y la evacuó al hospital de Basurto, donde quedó ingresada.

El individuo que la había apuñalado se marchó calle arriba, montó en su vehículo y huyó. Al cierre de esta edición, el sospechoso, que ya ha sido identificado por la Ertzaintza, permanecía en paradero desconocido.

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