"Nuestra apuesta es la educación de nuestros hijos; ellos son los gitanos del futuro"

Diario de noticias de Alava, e. arteagoitia, 16-11-2007

vitoria.Hace algo más de un año recordaba en este periódico las conclusiones de un estudio que decía que el 20% de los gitanos que residen en Álava no se había integrado aún. ¿Ha habido avances?

Nosotros seguimos trabajando en este terreno, aunque desgraciadamente los avances son muy lentos. Continúa existiendo mucha discriminación todavía pese a que nosotros hacemos un trabajo diario de concienciar a la sociedad y al propio gitano para lograr una convivencia normal. Es muy duro para los gitanos que después de tantos siglos la sociedad mayoritaria nos siga rechazando, pero siempre digo lo mismo, que al final acabaremos venciendo a los cuatro racistas que hay por ahí.

Cuando se habla de falta de integración en el caso de los gitanos, a la sociedad mayoritaria le viene a la cabeza las chabolas, la marginación… ¿Es el caso de Vitoria?

En este territorio, como en el resto de Euskadi, el chabolismo está prácticamente erradicado, aunque sí que es cierto que algunas familias tienen problemas para acceder a una vivienda. De todos modos, hay que ver también el lado positivo del estudio que has mencionado anteriormente: que el 80%de la comunidad sí está integrada. El pueblo gitano lleva más de cinco siglos en la península y hasta la entrada de la democracia ninguno tenía acceso a una vivienda digna. En tan sólo 25 años hemos llegado a alcanzar cuotas de normalización bastante aceptables del 80%. Es cierto, sin embargo, que queda un remanente, que son familias que están teniendo más dificultades. El otro día escuché comentar que el gitano tiene que vivir integrado, que no le queda otra, porque cuando enciende la tele se le llena la casa de payos, y es verdad.

¿Qué tiene que ocurrir para que esas familias se integren?

Para empezar, deben dejar de juzgarnos a priori . Mira lo que ha pasado en Galicia, donde un pueblo entero se ha amotinado contra un gitano que quería comprar una casa. Luego dicen que no son racistas; lo son hasta la copa de un pino.

Está claro que los prejuicios existen, ¿pero por ambas partes, no?

Por la nuestra menos. No hay más que ver el barrio de Sansomendi, del que tanto se ha dicho que era un gueto; está completamente normalizado. En mi edificio tengo gente de color, chinos, moros…, y la convivencia es buena. El paso que hay que dar ahora es el del reconocimiento no sólo a la cultura gitana, que entendemos que es algo primordial en este país, como lo puede ser El Quijote , sino del pueblo gitano, como ciudadanos.

Suelen ser bastante críticos con los medios de comunicación por aquello de que no contribuyen a mejorar la imagen de los gitanos.

Casi todas las semanas tenemos que enviar cartas a algún medio por comentarios racistas que hacen. La última fue al programa Supermodelos , donde una de las participantes comentó que tenía “pelos de gitana”, cuando la gitana tiene un pelo precioso. Estas cosas nos hacen un daño terrible. No se dan cuenta de que hay entidades que llevan muchísimo tiempo trabajando por la promoción del pueblo gitano y que al final, por una noticia, revientan todo ese trabajo. Si el pueblo gitano tiene que tener un aliado, deben ser los medios de comunicación. Por encima de todo tiene que existir el derecho a informar, pero muchas veces sólo se busca el morbo.

No sé si se refiere al capítulo vivido en Vitoria el pasado mes de marzo, cuando una reyerta entre dos clanes gitanos acabó con disparos que iban dirigidos contra usted.

Los medios no actuaron bien en aquella ocasión; muchos manipularon nuestras palabras. Era un momento en el que se intentaba mediar, dialogar, pero la sensación que se transmitió desde la prensa fue justo la contraria, de enfrentamiento total. Echaron demasiada leña al fuego.

¿Y se resolvió, por fin?

Sí, en estos momentos hay una paz total. Intervinieron personas mayores en las mediaciones y se adoptó la decisión de expulsar cuatro o cinco meses al chaval que me había disparado, y a partir de ahí todo el mundo ha respetado esa convivencia. Como no tenemos cárceles gitanas, nuestra forma de evitar las peleas es que las personas que han tenido un conflicto no se vean en un tiempo. Es una prueba clara de la apuesta de la comunidad gitana por el diálogo.

¿La esperanza por conseguir la integración total del pueblo gitano está puesta en las nuevas generaciones?

Sí, hoy en día el 100% de la comunidad gitana en edad escolar está matriculado en algún centro, por lo tanto en 25 años hemos construido unos cimientos sólidos en este sentido. La apuesta clara de esta asociación es la apuesta por la educación. Nuestros hijos son, en definitiva, quienes van a ser los gitanos del futuro, por ello necesitamos una población gitana formada para que tenga acceso a todos los recursos. La educación es el principio de todo; es la base de la cadena alimentaria.

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