África reclama "dignidad y no caridad" para sus inmigrantes

El País, EZEQUIEL MOLTÓ, 16-11-2007

Su discurso removió conciencias e indujo a la reflexión. “No necesitamos piedad ni caridad, sino verdad y dignidad”, dijo la ex ministra de Cultura de Malí Aminata Traoré, que instó a propiciar el diálogo con África para ayudarles. No son tan importantes los datos económicos sobre el aumento o el descenso de las ayudas al desarrollo, sino pensar cómo usarla mejor. La escritora y activista cultural, que ofreció la lección inaugural del II Congreso Internacional de Cooperación, dijo que “la batalla de las ideas es la única que puede favorecer el respeto mutuo”.

Traoré aprovechó un auditorio repleto de jóvenes estudiantes de sociología y de académicos para reflexionar sobre la inmigración irregular que llega a Europa desde África. Para la ex ministra, hay que “respetar” a estas personas que dejan sus países huyendo de “una realidad desesperada” y que cuando llegan no pretenden “invadir territorio alguno”. Pero se les “criminaliza y son víctimas del sistema más que de las mafias”, apuntó. Para Traoré, la inmigración es, “más que un drama para Occidente, una hemorragia para África que debe repararse”. Para ello se deben replantear globalmente las reglas del mercado, de la justicia y del gobierno. En su conferencia Globalización y migraciones. Hacia un nuevo contrato moral, Traoré criticó las restrictivas políticas de control de la inmigración que se están aplicando en toda Europa y que han convertido África “en una gran prisión” donde se trata de contener la salida de inmigrantes. Traoré negó también que en España se pueda hablar de “lo que los radicales llaman el efecto llamada”, en referencia al discurso del PP, y defendió a otros políticos que son “realistas cuando reconocen que España necesita mano de obra para su crecimiento económico”. Traoré, durante su intervención, abordó los lazos que existen entre la inmigración y la globalización y explicó que la sociedad se encuentra ante una “situación insólita” y “contradictoria” en la que se “invita a África a abrirse a la economía mundial” pero en la que, al mismo tiempo, “se construyen paredes y muros en todas partes”. La escritora admitió que los africanos tienen “la impresión de sobrar en un mundo que, sin embargo, es globalizado, y al mismo tiempo se tiene miedo al otro”.

Distinta fue la opinión del consejero de Inmigración, Rafael Blasco, que tildó de “errática” la política migratoria del Gobierno de Rodríguez Zapatero. Blasco dijo que es “inadmisible” que el Ejecutivo haya calificado de “anecdótica” la llegada de pateras al litoral valenciano.

En el congreso, que prolongará hasta el sábado, participan 40 ponentes de África, Europa y Latinoamérica.

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