Josué Estébanez de la Hija, el soldado profesional de 24 años e ideología neonazi acusado de matar a cuchilladas a un menor y herir a otras dos personas en el metro de Legazpi el pasado domingo, justificó ayer ante el juez su comportamiento. Explicó que se asustó al verse rodeado de un grupo de jóvenes antifascistas que le increpaban. “Eran muchos y me llamaban nazi”, manifestó, según fuentes judiciales. “Ha declarado que no quería matar a nadie, pero que se dejó llevar por el miedo”, añadieron.
El crimen ocurrió poco antes de la manifestación contra los inmigrantes convocada por el partido de extrema derecha Democracia Nacional en Usera, cuando el detenido y militantes antifascistas coincidieron en un vagón de metro.

El juez decretó ayer el ingreso en prisión de Estébanez tras tomarle declaración en los juzgados de la plaza de Castilla. Según las citadas fuentes, el soldado “no llegó a decir que los jóvenes antifascistas le agredieran primero, pero sí que le amedrentaron hasta que le dominó el miedo”. De lo que no hay duda, según las fuentes consultadas, es de que Estébanez fue el autor de las puñaladas. En el vídeo de seguridad del metro se ve que él y las víctimas intercambian miradas y algunas palabras justo antes de que el soldado la emprenda a cuchilladas con el menor fallecido y otras dos personas.

Estébanez prestó declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción número 10, que era el que se encontraba ayer de guardia para detenidos, aunque éste inhibirá en favor del número 50, que instruye la causa del homicidio. Era el que estaba de guardia cuando ocurrieron los hechos el pasado domingo.

La abogada defensora del detenido, Irene González Novo, declinó pronunciarse sobre la situación de su representado en declaraciones a Efe, aunque mostró su malestar por el trato que, según ella, está recibiendo en los medios de comunicación. “Se le ha condenado antes de ser juzgado. El juicio se celebrará en un juzgado y no en la prensa”, concluyó.