La Guardia Civil ha desarticulado una red ilegal que se dedicaba a introducir en España inmigrantes en pateras y que operaba en Zaragoza y Navarra.

La organización trasladaba magrebíes en patera desde las costas de Argelia hasta las islas Baleares y luego les facilitaba su instalación en la Península.

En la llamada Operación Kaskai, la Guardia Civil ha detenido a los 11 integrantes de la red, todos argelinos salvo un empresario español. Gestionaban la compra de embarcaciones, organizaban los viajes y ofrecían apoyo burocrático a los inmigrantes.

El argelino A.A, de 29 años, considerado presuntamente el cerebro de la organización, vivía en el pueblo zaragozano de Mallén, donde fue detenido. El único detenido español, F. P. A., de 44 años, es un empresario agrícola, residía también en Mallén y su misión era facilitar trabajo a los inmigrantes. Tras prestar declaración ante el juez, fue puesto en libertad con cargos por un supuesto delito de contratación ilegal.

Las pateras partían de la localidad argelina de Dellys y se dirigían a Baleares, en una travesía marítima de 275 kilómetros. Una vez en las islas, pasaban a la Península por distintos medios.

La Guardia Civil inició la investigación con la llegada a Baleares de la primera patera en la citada fecha. Descubrió entonces «un entramado de personas intermedias» en Zaragoza y Navarra que formaban parte de la red de tráfico de personas así como empresarios que empleaban de forma irregular a los inmigrantes.