M2 / CRIMEN EN LEGAZPI

Un neonazi mata a un menor en una reyerta con antifascistas

El Mundo, LUIS F. DURAN, 12-11-2007

Lo apuñaló en el corazón con un cuchillo de caza en el metro de Legazpi, donde los grupos rivales coincidieron antes de una marcha ultra El presunto asesino, que fue detenido, es soldado Disturbios en Malasaña en protesta por el crimen La violencia ultra se llevó ayer la vida de un menor en Madrid. Carlos Javier Palomino, de 16 años, murió a causa de la puñalada que le asestó en el corazón un neonazi, de 24 años, soldado de profesión. El suceso ocurrió durante una pelea entre grupos de ideología rival en la estación de metro de Legazpi. Allí se enfrentaron jóvenes antifascistas y ultraderechistas, que habían convocado sendas manifestaciones en Usera.


La víctima viajaba con unos amigos para reventar la marcha organizada por Democracia Nacional contra los inmigrantes. El presunto asesino, Josué de la H., fue detenido tras ser reducido a golpes por los jóvenes de extrema izquierda, que anoche provocaron graves disturbios en Malasaña en protesta por el crimen. Esta madrugada, el agresor seguía hospitalizado.


l agresor, soldado de profesión y de complexión fuerte, y un amigo iban a la marcha ultra, promovida bajo el lema Contra los inmigrantes. Uno de ellos llevaba una sudadera tree – stroke que le identificaba como skin. Los antifascistas entraron en un vagón en la estación de Usera y se cruzaron con el neonazi en el convoy. Ambos grupos se intercambiaron miradas y el joven ultra llegó a hacer un saludo nazi con su mano. Enseguida, se desató una riña verbal entre los grupos.


Cuchillo de caza


Armado con un cuchillo de caza, el skin perdió el control y empezó a lanzar cuchilladas contra los jóvenes. Logro herir a dos de ellos. Los antifascistas intentaron reducir al neonazi que huyó hacia una esquina del vagón. El tren llegó a la estación y los implicados en la pelea se apearon. En el andén, el agresor cogió un extintor y roció a los oponentes con polvo. Con todo, el supuesto asesino fue perseguido, golpeado y retenido por los antifascistas.


Elena, una joven que iba en el vagón donde ocurrieron los hechos indicó: «El chico fascista se percató en el mismo vagón que íbamos un grupo de antifascistas, por las chapas que teníamos en nuestras camisetas y nos atacó sin más».


Algunos de los amigos que iban con Carlos Palomino en el vagón aclararon ayer que en ningún momento provocaron la pelea. «El neonazi ha ido a matar, directo al corazón». Varios de los amigos gritaban: «Lo hemos visto morir». «Lo más lamentable», decía otra joven, «es el apoyo de las autoridades a estos grupos fascistas como Democracia Nacional. Estaba y contaba con la complicidad del Gobierno».


Uno de los dos heridos, Alejandro Jonatan M. M., de 19 años, logró ascender por las escaleras y llegar a la calle pese a que tenía una cuchillada en el pulmón. Carlos Javier Palomino, cayó desplomado en el andén. Tenía una puñalada en el corazón. Varias ambulancias del Samur se trasladaron a la zona. Fue necesario montar un hospital de campaña para atender a la multitud de heridos.


Sin embargo, los médicos no pudieron reanimar a Carlos Palomino. El joven herido de gravedad, Alejandro Jonatan fue operado ayer en el Doce de Octubre. «Su vida ya no corre peligro», según indicó el doctor Miguel Villafruela.


Hay otros dos heridos moderados, uno de ellos también ingresado en el Hospital Doce de Octubre, que posteriormente fue derivado al Hospital Clínico San Carlos, y otro en el Hospital Gregorio Marañón. Otro joven contusionado se encuentra ingresado en la Clínica de la Concepción. Entre estos heridos se encuentra el presunto criminal. Otras tres personas recibieron el alta en el lugar: una persona que cayó por la escalera, un policía herido por un botellazo y una vigilante del Metro, que sufrió una crisis de ansiedad.


Tras conocer la muerte de su compañero, unos 300 jóvenes antifascistas se dirigieron en actitud hostil a reventar la manifestación que la Juventudes de Democracia Nacional habían convocado al mediodía contra los inmigrantes en el barrio de Usera. Los activistas esgrimían palos, piedras y bombas caseras y gritaban: «Ninguna agresión sin respuesta».


Enfrentamientos


Los jóvenes de extrema izquierda entraron en el recorrido de la manifestación nazi y se produjo un enfrentamiento entre los antifascistas y la Policía en el que resultó herido un agente. Los policías detuvieron a tres personas: un menor de 16 años (presunto autor de las heridas al antidisturbios), otro de la misma edad y un tercero de 15 años. Asimismo, se detuvo a una cuarta persona, José Antonio M. de la H., de 37 años.


Decenas de amigos y compañeros se acercaron ayer hasta el Hospital Doce de Octubre para apoyar a los heridos. Algunos de los concentrados eran colegas del instituto Tirso de Molina de Vallecas donde Palomino, el fallecido, cursaba segundo de Bachillerato.


Los padres de algunos compañeros de instituto también quisieron apoyar a los afectados. Pedían justicia, aunque no confiaban mucho en ella, «lo soltarán mañana o pasado». «Es un asesino, ha matado a una persona y ha estado a punto de matar a otra. Que cumpla lo que tenga que cumplir». Al dirigirse al agresor, no le llamaban fascista, sino «nazi». A pesar de no haber estado presentes en el momento del apuñalamiento, no dudaban de cómo se habían sucedido los hechos. «Las peleas se dan, pero si sacas un cuchillo de caza… Iba bien preparado».


Una de las compañeras de los fallecidos defendió a sus amigos señalando que «sólo luchaban por la multiculturalidad, la multirracialidad y por defender a los inmigrantes». Alrededor de las 17.30 horas de ayer, uno de los heridos fue trasladado a otro hospital. Los chicos que estaban por allí se alteraron y se produjo un momento de tensión en el que la Policía estuvo a punto de intervenir, informa María Montes.


El sábado de la próxima semana, se quejaron varios antifascistas, habrá otra concentración en la calle de Montera con la participación de Alianza Nacional. Según la Delegación de Gobierno, estos partidos convocantes están inscritos en el Ministerio del Interior. «La Delegación no ha permitido estas concentraciones pero los promotores recurren a tribunales superiores que finalmente se las autorizan», dijo un portavoz de la Delegación. Un portavoz de la Delegación del Gobierno de Madrid condenó ayer «con toda firmeza» lo sucedido. «La Delegación del Gobierno», señaló, «no va a tolerar que ninguna ideología de carácter violento rompa la convivencia en esta Comunidad».

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