Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras llevan tiempo reclamando que se incentive más el trabajo en el campo, tanto económicamente como en sus condiciones generales para hacerlo más atractivo a la mano de obra residente en España. Manuel Pastrana, secretario general de UGT en Andalucía volvió a repetir la semana pasada que no se utilice únicamente a jornaleros contratados en otros países para campañas agrícolas como la de Huelva. Sobre todo cuando existe una bolsa de población en Andalucía en paro que podría absorber parte de esa demanda.

En este sentido, Pastrana se quejó de que, mientras que por un lado sube el desempleo en Huelva, por otro “los empresarios aumentan sus peticiones de peones contratados en sus países de origen” para la campaña fresera y citrícola. Unas peticiones que se han visto alteradas porque países como Rumania, empiezan a restringir la salida de sus trabajadores y los agricultores optan por buscar fuentes laborales en países como Marruecos, Ucrania o Bulgaria

Pastrana instó a reflexionar sobre el hecho de “por qué los trabajadores desempleados de Huelva no van a trabajar a la fresa y por qué los que venían de otras provincias limítrofes también han dejado de llegar”. Y él mismo se respondió: “Posiblemente será porque las condiciones de trabajo que se ofertan no permiten vivir a los trabajadores autóctonos, y tampoco a los extranjeros”.

Por su parte, Jorge Bañuls, secretario general de la Federación Agroalimentaria de UGT en Huelva, matiza un poco las declaraciones del secretario general al recordar que “los mismos servicios públicos de empleo certifican que en Huelva, en estas fechas, no es posible cubrir por completo el volumen de mano de obra necesaria actualmente para esta campaña” y, por tanto, apunta que es necesario traer trabajadores de fuera contratados en origen.

De todas maneras, Bañuls recuerda que existe un acuerdo en la Mesa de las Migraciones [entidad compuesta por representantes del Gobierno, los sindicatos y los empresarios que regula las contrataciones de extranjeros] “por el que la patronal se compromete a contratar no sólo a trabajadores españoles, sino también a extranjeros regularizados en España”.

Bañuls comparte con Pastrana que la falta de interés del trabajador español por el campo se debe a que este trabajo no está suficientemente incentivado.

Pero mejorando las condiciones laborales, ¿podría recuperarse parte de la mano de obra gaditana y sevillana que tradicionalmente acudía a la campaña fresera de Huelva? “Yo creo que eso es ya agua pasada. Sería difícil. Creo que esos trabajadores ven cubiertas sus necesidades en sus lugares de origen. Quizás algunos se vean obligados a emigrar, pero de ninguna manera en el mismo volumen que hace unos años”, opina Bañuls.

Lo cierto es que los trabajadores autóctonos que solían acudir a las cosechas de Huelva, han dejado de hacerlo en su mayoría. Pero CC OO ve en esta dinámica no sólo un desinterés por parte del bracero, sino una descoordinación por parte de los agricultores y de los propios servicios públicos de empleo a la hora de contratar a autóctonos. “Simplemente no se les avisa de que hace falta mano de obra”, se queja Rosa Berges, responsable de Migraciones de este sindicato, que propone un contrato de carácter fijo discontinuo.