Un viaje migratorio es, en sí mismo, un factor de riesgo para sufrir algún problema mental. Según destaca la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM), “el esfuerzo de adaptarse” a una nueva sociedad y, en muchos casos, a una nueva cultura e idioma supone un alto grado de estrés.

Además, en ocasiones, el sentimiento de discriminación también incremente el grado de estrés. Las patologías mentales más comunes entre los inmigrantes son los trastornos de ansiedad y depresivos.

Los expertos explican que, en las personas que llegan en busca de trabajo y una vida mejor, suele existir cierto duelo “por lo que se deja atrás”: la familia y el lugar de origen. Esto afecta " a todos los aspectos de la vida" y dispara las posibilidades de depresión y ansiedad.


Enfermedad mental

Tanto es así, que según los datos manejados por FEPSM, alrededor del 20% de los españoles padecen este tipo de problemas mentales. Sin embargo, en el caso de los inmigrantes afecta a más del 25% y la ansiedad, a entre el 25% y el 30%. Es decir, estas patologías afectan a más del doble de los extranjeros.

En determinadas culturas la enfermedad mental, incluso las leves (comparadas con otras como la esquizofrenia o el trastorno bipolar), suponen un motivo de discriminación social.

Esta situación hace que estas enfermedades a veces se manifiesten en forma de problemas físicos como “dolor de cabeza o abdominal o fatiga”.

La fundación FEPSM reclama una mayor formación específica para los profesionales y evitar las barreras idiomáticas que puedan llevar a errores de diagnóstico y a poder atender a esta población.