Rabat retira la vigilancia especial de sus costas para frenar la salida de pateras

El Gobierno marroquí ha retirado de forma fulminante la vigilancia que había puesto en el año 2005 en sus costas para frenar la salida de pateras hacia Canarias y el sur peninsular, confirmaron ayer a EL DÍA fuentes diplomáticas en el país vecino. Es una forma de presión para lograr sus objetivos políticos.

El Día, DORY MERINO, Tenerife, 06-11-2007

Marruecos ha retirado de forma fulminante la vigilancia especial que había puesto en el año 2005 en sus costas para frenar la salida de pateras hacia Canarias, tal y como confirmaron ayer a EL DÍA fuentes diplomáticas presentes en el vecino país.

En opinión de expertos en relaciones internacionales y en materia de inmigración, “el Gobierno de Marruecos ha abierto la veda” y ahora pueden salir barquillas clandestinas hacia el Archipiélago o el sur peninsular sin problemas, como una forma de presión para lograr sus objetivos políticos.

Es de esperar que mientras duren las tensiones, Marruecos no dará luz verde a las repatriaciones de sus ciudadanos.

Con José Luis Rodríguez Zapatero en la presidencia del Gobierno central mejoraron de forma rápida las relaciones diplomáticas entre España y Marruecos, que durante la legislatura anterior habían sido tensas, gracias también a la ayuda económica proporcionada por nuestro país y por la Unión Europea a Rabat, con el fin de que el vecino país pusiera medios para frenar la salida de pateras desde sus costas.

En el mes de mayo de 2004, el Gobierno de Marruecos anunció que reforzaría la vigilancia de las costas marroquíes ante la mejora del tiempo para evitar una salida masiva de las pateras. Además, Rabat se comprometió a luchar con eficacia contra la inmigración ilegal.

En aquel momento, ambos gobiernos explicaron que estos compromisos coincidían con la llegada del verano y la mejora del tiempo, circunstancias que podrían ser aprovechadas por las mafias de las pateras para trasladar al máximo número de inmigrantes a las costas canarias y andaluzas.

La nueva vigilancia consistía en la instalación por toda la costa de unas pequeñas garitas, donde se instalaba un policía, que al detectar alguna barquilla clandestina se encargaba de obligarla a dar la vuelta. Aunque desde hace dos años se ha comprobado una reducción en el número de llegadas de barquillas con magrebíes hacia las Islas, ahora se teme que pueda reabrirse esta ruta y que en las pateras vuelvan a llegar, sobre todo, menores de edad, como ya ocurrió en el año 2003.

A pesar de haber sido pocas, no obstante, en estos dos años han seguido alcanzando las costas de Lanzarote y Gran Canaria algunas embarcaciones clandestinas con magrebíes, que habían partido desde El Aaiún y, como novedad, la mayoría de ellas han llegado sin ser vistas, en horas de madrugada. Los ocupantes salen corriendo para no ser localizados y se esconden en casas de algunos conocidos.

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