El racismo ahoga Reino Unido

Los planes del Gobierno para luchar contra la delincuencia amenazan la igualdad entre civiles

La Razón, , 29-10-2007

Celia Maza
Londres- ¿Qué pasaría si uno de los países más cosmopolitas del mundo comenzara a tener problemas de raza? ¿Qué ocurriría si se descubre que una de las potencias económicas más influyentes tiene cárceles sólo para inmigrantes? ¿Qué consecuencias tendría que la sociedad británica se encontrara ahora más dividida que nunca?… ¿Y si todos estos planteamientos fueran ya una realidad?
Las rivalidades y prejuicios entre religiones, costumbres e idiomas en Reino Unido han alcanzado sus cotas más altas. Así lo revela el último informe de la Comisión para la Igualdad Racial, un organismo que, tras 31 años, cierra sus puertas para siempre tras la decisión del Gobierno de crear una Comisión para la Igualdad y los Derechos Humanos.
En el Reino Unido que la vio nacer, los policías de color y asiáticos no patrullaban las calles, las minorías étnicas no tenían sitio en las butacas de diputados y los telespectadores comenzaban a acostumbrarse a la idea de que un hombre negro Trevor McDonald leyera las noticias en televisión. En el Reino Unido que ahora deja, el velo islámico el que se ha tenido que quitar la ex mujer de uno de los hijos de Ben Laden por ser británica es ahora un símbolo que provoca animadversión.
El racismo para blancos existe porque los que buscan una nueva oportunidad vienen ahora del Este y, según la Policía de Cambrigeshire, son los que han incrementado el número de crímenes. Y el racismo para personas de color lo provoca el propio presidente de la Asociación Nacional de Policías Negros, Keith Jarret, que esta semana ha propuesto que se detenga a más individuos de su raza como forma de combatir la delincuencia.
En definitiva, gente de todo el mundo comparte tiendas, escuelas e incluso vecindarios en uno de los países más cosmopolitas. Pero es pura ficción. Sus vidas paralelas nunca consiguen encontrarse en un mismo punto. Según el informe, las minorías sólo ocupan el 3,5% de los puestos de Policía, el 4 % de oficiales de prisión y el 7 % de personal de los Tribunales. Hasta 2080 no serán representadas correctamente en la Cámara de los Comunes. «Sólo existe desigualdad, exclusión y aislamiento», matiza la Comisión.
Por si quedara alguna duda, el primer ministro, Gordon Brown, se ha encargado de dejar todo bien claro: tienen que aprender nuestras costumbres y hablar «nuestro» idioma. Cuando unos piensan en la palabra «integración» a otros les viene a la cabeza lo que le cuesta al Gobierno detener a gente en 100 lenguas distintas, alrededor de 1.200.000 euros.
Quizás por eso haya ya cárceles sólo para extranjeros. La noticia revelada por la Prensa británica esta semana ha supuesto la gota que ha colmado el vaso. El Ejecutivo ha admitido que dos prisiones británicas están destinadas en exclusiva a delincuentes extranjeros como parte de un proyecto que, hasta el día de hoy, se había llevado en secreto. Si se demuestra su eficacia, el Servicio de Prisiones puede decidir su expansión para encerrar en ese tipo de cárceles a los más de 11.000 reclusos de diversos orígenes que existen en el país. La prisión de Bullwood Hall, en Essex, era en principio una cárcel de mujeres, pero se destinó a extranjeros el pasado junio sin previo aviso.

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