Los seis detenidas el martes a raíz del tiroteo sufrido en Cintruénigo por un argelino, que murió el miércoles por la tarde, pasarán hoy a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Tudela, que instruye las diligencias por el asesinato y por tráfico de drogas, pues la muerte está relacionada con un ajuste de cuentas. Está previsto que por la mañana declaren los cuatro arrestados por la Guardia Civil, colombianos, y por la tarde, los dos detenidos por la Policía Foral, paraguayos.
Presuntamente, ninguno es el autor de los disparos.

La juez les tomará declaración tanto por el tráfico de drogas como por el crimen de Djamel Mechahouhui, de 36 años, que recibió dos disparos, uno en el abdomen y otro en la cabeza. La autopsia reveló ayer que ambos eran mortales, que el primer disparo fue el del abdomen, en la parte derecha, y que fue realizado a poca distancia. Sobre el tiro en la cabeza, también en el lado derecho, el disparo fue casi una ejecución, ya que, aunque la herida del orificio de entrada no presenta la forma estrellada de los disparos a cañón tocante, sí se han hallado restos de pólvora. El fallecido habría recibido este disparo o cuando caía al suelo o ya tendido.