JOSEP PLAYÀ MASET – Barcelona

Indignación entre los ecuatorianos de Catalunya por el tinte racista de la agresión y la actuación judicial
El Gobierno de Ecuador se ha sentido directamente ofendido por la agresión a una ciudadana, inmigrante en España, y ha tomado cartas en el asunto. El propio presidente ecuatoriano, Rafael Correa, de gira por Europa, ordenó a su ministra de Exteriores, María Fernanda Espinosa, que lo acompañaba en el viaje, que se trasladase a España. Ayer por la tarde, ya en Madrid, la ministra calificó de “cobarde y xenófoba” la agresión sufrida por la menor ecuatoriana y anunció la contratación de un bufete de abogados español para que interponga “acciones penales y civiles”. La ministra, que hoy viaja a Barcelona, dijo que hará “las investigaciones para saber por qué razón inexplicable el juez que se encargó del caso puso en libertad a la persona que realmente agredió a esta menor”. El embajador ecuatoriano en España, Nicolás Isobando, dijo que están viendo la posibilidad de tomar medidas legales también contra el juez “si el marco legal español lo permite”.

El vídeo de la agresión estaba ayer en todos los medios de comunicación de Ecuador y ha provocado una oleada de solidaridad, tanto entre la comunidad ecuatoriana en España como en su país de origen. Raquel Caizapunta, que dirige desde Barcelona un programa de radio para inmigrantes en la emisora Antena 2000, se vio desbordada ayer por las llamadas de condena y solidaridad. “La gente llamaba indignada, y mostraba su rabia e impotencia ante hechos de este tipo. Llamaron ecuatorianos, colombianos, dominicanos, bolivianos, pero también vecinos de l´Hospitalet y gente de aquí para decir que es un caso aislado que no refleja el sentir de la mayoría”. Y todos exigían que la justicia actúe de inmediato.

Según José Vera, presidente de la Federación de Asociaciones de Ecuatorianos en Catalunya, “ha habido ya otras denuncias por racismo y no siempre las autoridades le dan la debida importancia”. Vera opina que “los inmigrantes no hemos venido a quitarles nada y a menudo nos sentimos vejados. Esta chica fue agredida porque era la más débil”. Y añade: “Seguro que si el agresor es un inmigrante y la menor autóctona, el chico estaría en la cárcel”.