Barcelona. Más de un centenar de pasajeros de un tren que cubría el trayecto Girona-Figueres se amotinaron ayer por la actitud racista del revisor del convoy, que sólo pidió el billete a un pasajero negro.

Los viajeros empezaron a silbar y a apoyar al pasajero, Iván Ramos, pediatra cubano de un Centro de Atención Primaria de Figueres, que se negó a entregar el billete al revisor como protesta por el retraso de 20 minutos que llevaban.

Según declaraciones a Catalunya Informació recogidas por Efe, un testigo aseguró que “el revisor ha ido directamente hacia él a pedirle el billete y lo ha amenazado con parar el tren si no se lo entregaba”.

Ante la negativa del pasajero, el revisor paró el tren 7 minutos en la estación de Flaçà y otros 30 en la de Camallera, esperando la llegada de los Mossos, aunque finalmente aparecieron en la de Figueres.

Los agentes comprobaron que Iván Ramos llevaba el billete validado y le dejaron ir sin mayores consecuencias. >Efe