Velázquez-Gaztelu revisa la génesis del flamenco en los Cursos de Otoño

El ponente vincula el nacimiento del género a los primeros éxodos de los gitanos, cuyo origen sitúa en India El periodista sustituyó a Manolo Sanlúcar en la inauguración del seminario, ya que el guitarrista canceló su intervención por razones de agenda

Diario Sur, SANDRA BALVÍN, 23-10-2007

El flamenco como expresión de lo vivido fue el punto de partida de la conferencia ‘Historia de una fusión’, impartida ayer por el periodista José María Velázquez – Gaztelu en el marco de los XII Cursos de Otoño. El seminario ‘¿Sabemos algo?. Tópicos, inventos y fabulaciones de la flamencología’ comenzó así con cambios en el programa, ya que aunque estaba prevista una ponencia inaugural a cargo del guitarrista Manolo Sanlúcar, el artista canceló su intervención por cuestiones de agenda.

A pesar de los contratiempos de última hora, el público recibió con entusiasmo la charla del periodista. La exposición, lírica y amenas, estuvo ilustrada por el cante de Segundo Falcón y del guitarrista Salvador Gutiérrez, quienes pusieron música a las explicaciones del conferenciante sobre algunas de las manifestaciones del género.

Velázquez – Gaztelu puso el acento en las aportaciones vitales, tanto individuales como colectivas, que han hecho del flamenco lo que es y que propician su evolución ininterrumpida.

La raza calé

El discurso del periodista se mantuvo vinculado en todo momento a la figura de los gitanos, cuyo origen situó en India en base a las investigaciones filológicas realizadas y al estudio de ciertas actividades sociales y profesionales comunes. En cuanto a la fecha del Éxodo de los gitanos hacia Europa, lo situó en el año 1.000 d. C.

Según el conferenciante, el cambio fue determinante en todos los aspectos, ya que no sólo se limitó a las transformaciones inherentes a cualquier movimiento de un entorno rural a lo urbano. «Se produjo un desencuentro», señaló, «y surgieron las pragmáticas, las leyes persecutoras, las cárceles y los condenados». De esta persecución brotaron cantes como las carceleras, que marcaron la primera intervención de Falcón.

Fueron, no obstante, los primeros esbozos de un cuadro que se enriqueció tras la llegada de los gitanos a Andalucía. Velázquez – Gaztelu contrapuso la buena acogida dispensada por el pueblo andaluz, en contraposición al rechazo por parte de instituciones religiosas y políticas.

A estas circunstancias se superpusieron otras paulatinamente, como el surgimiento de barrios gitanos con la consiguiente diversificación de oficios. El ponente ubicó el nacimiento de cantes como el ‘martinete’, atribuido a las fraguas, al mismo tiempo que recordaba que otros, como las trilleras, nacieron de las actividades agrícolas.

La paleta de colores se ampliaba con los matices aportados por las músicas judías y árabes. «Personalmente no creo en la localización de una circunstancia exacta y determinante que diera origen al flamenco, pero sí en un proceso de mezcla y ensamblaje», declaró el conferenciante.

Velázquez – Gaztelu desenmarañó poco a poco la trama de una historia compleja en su desarrollo, pero con momentos tan ilustrativos como la creación de la ‘Seguirilla de Tío José de Paula’, vinculada a un desengaño amoroso del cantaor. «Unas veces con rebeldía y otras con dolorosa resignación, el flamenco retrata cada época con intensidad».

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