De la India al poder en Luisiana

ABC, 23-10-2007

AP

El gobernador electo de Luisiana, Bobby Jindal, con su esposa e hijos

PEDRO RODRÍGUEZ CORRESPONSAL

WASHINGTON. Dentro de ese filón de exotismo tolerante que existe dentro de la competitiva política de Estados Unidos – y que genera líderes impensables en otros países como Arnold Schwarzenegger en California o Gary Locke, el ex gobernador de origen chino del Estado de Washington – , Luisiana ha elegido este fin de semana como su nuevo responsable ejecutivo a Bobby Jindal, un hijo de inmigrantes de la India. Con 36 años, Jindal pasará a ser el gobernador más joven de la Unión, el primer «no blanco» que asume el Gobierno de Luisiana desde el final de la guerra de Secesión, además de un símbolo de la cada vez más voluminosa e influyente comunidad indio – americana.

Hace cuatro años, Jindal fue vencido por la demócrata Kathleen Babineaux Blanco, cuya gestión durante el Katrina ha sido ampliamente cuestionada. Con la elección de este joven conservador, Luisiana parece haber roto visiblemente su tradición de «status quo» político tan corrupto como ineficaz. Comparada incluso a un fétido pantano habitado por una abundante fauna de reptiles populistas, ladrones y racistas. De hecho, el tema central de Bobby Jindal ha sido la lucha contra la corrupción gubernamental.

Como cimiento ideológico en la odisea política de Jindal destaca su conversión al catolicismo a los 18 años. Pero el hinduismo no es lo único que se ha quedado en la cuneta dentro del currículo de esta precoz vocación de servicio público con títulos de las universidades de Brown y Oxford. Sus progenitores inmigraron desde la India en 1971 para que su madre pudiera cursar estudios de física nuclear en Luisiana. Su primer hijo, el ahora gobernador «in pectore», nació a los seis meses de instalarse en el campus de Baton Rouge recibiendo el nombre de Piyush. Pero a los cuatro años, el pequeño insistió en que todo el mundo le llamase Bobby.

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