El ganador SPV suizo prepara medidas contra la inmigración ilegal

ABC, ANTONIO SÁNCHEZ SOLÍS. CORRESPONSAL VIENA., 23-10-2007

Suiza seguía preguntándose ayer sobre los efectos que traerán a la política nacional los resultados de las legislativas del domingo. Que la derecha más radical y xenófoba del Partido Popular Suizo (SVP) sube imparable, mientras la izquierda socialista, que centró su campaña justo en denunciar el racismo del SVP se desmorona, son las conclusiones más evidentes. Pero más allá del rotundo 29 por ciento de sufragios obtenidos por los nacionalistas xenófobos suizos del SVP – el mejor resultado de una formación política en ese país en los últimos 88 años – estas elecciones muestran que algo se mueve en la república alpina.

Las fuerzas tradicionales, socialistas, liberales y democristianos, que llevan 50 años repartiéndose el Gobierno colegiado de Berna, han perdido apoyos o, en el caso democristiano, se han estancado. Por la izquierda han surgido Los Verdes, pasando de 13 a 20 escaños en la Asamblea Nacional. Desde esta formación ya se especula con reclamar uno de los siete puestos del Consejo Nacional, el Ejecutivo sin primer ministro que rige Suiza. Los Verdes proponen al resto de fuerzas bloquear la entrada del SPV en el gabinete.

Pero un SPV en la oposición se plantea poco probable habida cuenta de los resultados. Desde este partido se ha advertido incluso contra un intento de que su carismático líder, Christoph Blocher, actual ministro de Justicia, sea dejado fuera de Consejo Nacional. Blocher ha dirigido la victoria del SPV con un discurso nacionalista, que quiere a Suiza alejada de la Unión Europea y fuera de Naciones Unidas. De momento, el mensaje ha calado en los suizos, incluso en la muy internacional Ginebra, que acoge una de sedes de la ONU, donde el SPV ha sido la fuerza más votada.

El SVP ha anunciado por boca de su presidente, Ueli Mauer, que siguen apostando por la «Konkordanz», el modelo de equilibrio por el que todos los grandes partidos están presentes en el Ejecutivo. Un mensaje que contribuye en parte a calmar los ánimos, ya que Blocher había defendido un gobierno de centro derecha que dejara por primera vez a los socialistas fuera de juego.

En cualquier caso esa Konkordanz tendrá un claro acento de derechas. Además, el SPV seguirá con su estrategia de consultas populares para sacar adelante sus polémicas medidas, como la prohibición de construir minaretes o la expulsión de los inmigrantes delincuentes.

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