La víctima, a la que el agresor llamó «zorra» e «inmigrante de mierda», no sale a la calle desde ese día No ocurre siempre pero algunas veces se cumple aquello de que una imagen vale más que mil palabras. En este caso la imagen recoge la secuencia de cómo un joven apalea a una chica sudamericana en el convoy de un tren. En este caso la imagen vale para detener al agresor y para provocar repugnancia. La Guardia Civil ha detenido a Sergi Xavier M. M. , de 21 años, por agredir y vejar a una chica de 16 años por su condición de inmigrante.

Los hechos ocurrieron el 7 de octubre en uno de los vagones del tren que iba de plaza España y Martorell. Tras la brutal e inexplicable agresión, el arrestado se bajó del vagón y la joven llamó al teléfono de emergencias 112. En la estación de Sant Vicenç dels Horts la atendieron agentes de la Guardia Civil, que la encontraron en estado de shock. La menor se negó a acudir a al médico y a denunciar. Desde ese día tiene fobia a salir de casa. A los guardias les explicó que el arrestado la llamó «inmigrante de mierda» y «zorra».

Los policías abieron una investigación y solicitaron las imágenes que quedaron registradas en las cámaras de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya.

La secuencia muestra un joven sentado de espaldas vestido con un jersey rosa y unos vaqueros. Lleva un teléfono móvil agarrado a su mano izquierda por el que habla con su interlocutor. En los asientos de al lado hay una chica con las manos entrelazadas.El individuo se levanta y mira a su alrededor y sólo se encuentra un pasajero que está detrás suyo. Un dato muy importante: también es sudamericano. Está sentado y seguirá así durante toda la secuencia.El chico disimula. Es la mirada del miedo.

Tras comprobar que no se van a enfrentar a él, el detenido, en un gesto que recuerda a la cobardía de los skin – head, que sólo atacan en grupo y asegurándose una cobarde vitoria, se acerca a la chica. Aunque no deja de hablar por el teléfono móvil, se pone mejilla con mejilla y empieza a increparla. Resignada, la joven ni se mueve. Ni las manos separa.

En ese momento, el agresor le suelta un pescozón en la cabeza.Ella intenta evitar que le vuelva a golpear, pero lo que consigue es que el individuo le pellizque un pecho. Mientras, el tercer pasajero del vagón ni mira. No quiere ser el siguiente. Inmediatamente después, el individuo suelta una bofetada en la cabeza de la chica, le sigue otra y luego se aleja unos metros. Sigue hablando por el móvil. Lo peor está por llegar.

Escondido de la mirada de la víctima, el detenido se pone casi detrás suyo y le da una patada en plena cara. Ella apenas se mueve. Sólo se tapa el rostro. El arrestado la abofetea en la cara después de darle un puñetazo en el costado. Asustado, el chico que comparte con agresor y víctima vagón, mira un momento de refilón. Por último, el detenido se dirige a las compuertas del vagón. Los adolescentes respiran.

Tras analizar la secuencia, la Guardia Civil detuvo al sospechoso el pasado viernes. Así pues, además de más que mil palabras, ésta vez han valido un arresto.

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