Detenido un hombre por una agresión xenófoba a una menor ecuatoriana

El País, JESÚS GARCÍA, 23-10-2007

Una chica ecuatoriana de 16 años ha sido víctima de una brutal agresión con claros tintes xenófobos en un tren de Barcelona. La joven iba tranquilamente sentada en un vagón de los Ferrocarriles de la Generalitat cuando, a la altura de L’Hospitalet, apareció un hombre joven con la cabeza rapada y una sudadera ajustada de estética skin. La Guardia Civil ha detenido al agresor, Sergi Xavier M. M., de 21 años, con antecedentes policiales. Pese a los golpes, la menor no resultó herida, aunque sí padece fuertes secuelas psicológicas, según fuentes del caso.

En las imágenes del ataque, que fueron grabadas por una cámara del tren, se observa cómo Sergi Xavier habla por el teléfono móvil y toma asiento mientras, con gran violencia, lanza un periódico. Durante toda la escena, el joven no deja de hablar por el móvil. En la conversación que mantiene con su supuesto interlocutor, dice en voz alta expresiones inconexas y xenófobas como “matar al moro”, “corte en la yugular”, “matar de un disparo”, o “le he matado”.

El monólogo de Sergi Xavier llama la atención de la menor, que desde uno de los asientos contiguos le lanza una mirada de reprobación. El joven se percata de ello, se pone en pie y se pasea amenazante junto a la adolescente, de tez oscura y pelo negro. Empieza por insultar a su víctima, de un modo cada vez más agresivo: “zorra”, “inmigrante de mierda”. La amenaza y después la invita a volverse “a su país”.

Pronto, las palabras dan paso a los hechos. Sergi Xavier golpea en la cabeza a la menor y le llega a tocar un pecho. Ésta intenta zafarse del ataque moviendo un brazo. Pero no puede. Su cara es el reflejo del pánico. El chico levanta la mano, amenazándola con golpearla de nuevo, y después va a otra parte del vagón. En todo ese tiempo, sigue conversando animadamente por teléfono. La chica, visiblemente nerviosa, toma posición en el asiento y vuelve a mirar al frente. Parece que todo ha pasado.

Sin embargo, el agresor vuelve sobre sus pasos y suelta el pie izquierdo violentamente contra la chica. La patada impacta en la cara de la ecuatoriana, que protesta en vano. Él aún tiene tiempo para propinarle un puñetazo en el costado del vientre y una bofetada en la frente. Toda la escena es contemplada por un joven, también suramericano, que escucha música con sus auriculares y no interviene en ningún momento para defenderla. Por suerte para la adolescente, el rapado se apea en la siguiente estación, la de Colònia Güell, y ella misma se levanta y se dirige hacia otra parte del vagón, que no aparece en las imágenes.

Instantes después, llama al teléfono de emergencias. La Guardia Civil la atendió en la estación del pueblo donde vive, la de Sant Vicenç dels Horts. Los agentes del instituto armado hallaron a la joven en estado de shock y muy asustada.

El desagradable episodio de violencia xenófoba ocurrió el domingo 7 de octubre en un convoy que cubre el trayecto entre la plaza de España de Barcelona y Martorell. La joven dijo que no quería acudir a un médico ni denunciar la agresión. Desde entonces, explicaron fuentes de la investigación, siente pavor ante la posibilidad de salir a la calle.

Pese a las reticencias de la víctima, el área de investigación de la Guardia Civil puso en marcha sus recursos para localizar al individuo. Gracias a las imágenes grabadas en tren, las pesquisas culminaron pronto: a las 7.30 del pasado viernes. A esa hora, Sergi Xavier fue sorprendido por los agentes en la puerta de su casa, en Santa Coloma de Cervelló, un municipio del área metropolitana de Barcelona.

En el momento del arresto, el joven vestía la misma chaqueta, de color rosa chillón, que el día del suceso. Tras pasar a disposición judicial, Sergi Xavier quedó ayer en libertad con cargos, acusado de un delito de agresión a una menor de edad. El joven acumulaba antecedentes policiales por robos con violencia.

SOS Racismo condenó el ataque y aseguró que este tipo de acciones “no pueden quedar impunes en un Estado de derecho”. En la misma línea se expresó el presidente de la Federación de Asociaciones Ecuatorianas de Cataluña, José Vera, que se mostró “perplejo”.

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