| MADRID

No todo lo que ganan lo destinan como remesas, ya que  gastan   $ 49.700 millones al año.

Cirugías plásticas en Cali, apartamentos vacacionales en Valencia, vehículos Mercedes Benz de ocasión…

Los inmigrantes que  en España rozan los  4,5 millones no destinan todo el dinero que ganan al envío de remesas, también gastan. Y mucho.
Unos 35.000 millones de euros al año (49.700 millones de dólares).

El potencial económico de esos extranjeros encuentra resonancia en eventos como Integra, la primera muestra de productos y servicios para este colectivo que hasta ayer acogió la Feria de Madrid (Ifema).

Más de un centenar de  empresas convirtieron este salón en escaparate de sus ofertas y en plataforma para buscar vías y alternativas de mercado.

La quiteña Alexandra Ramírez acudió al stand de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) para buscar información sobre una carrera en informática, pero también se detuvo sorprendida ante  el Centro Quirúrgico de la Belleza de Cali (Colombia).

Jaime Roberto Arias, cirujano plástico, reconoció que cada vez es mayor el número de ecuatorianas que se desplazan de España a Colombia para someterse a una rinoplastia, aumento de busto o lipoescultura. Invierten desde 1.500 (2.130 dólares) hasta 3.500 euros (4.970 dólares). Un monto al que hay que sumar el coste del pasaje de avión y la estancia que se puede prolongar hasta quince días.

Tobías Calvopiña, residente en Pamplona desde hace doce años y director de Superandes, expuso su catálogo de productos importados desde  Ecuador (café Minerva “adaptado” para el público español, queso costeño, fideos…).

Transferencias de dinero
Sabedoras del culto que los inmigrantes profesan a las remesadoras y, por tanto, al locutorio de toda la vida, las distintas entidades financieras españolas desplegaron toda su ofensiva en la feria Integra.

Presentaron ofertas de transferencias sin coste de comisión y productos diseñados exclusivamente para esta población, como los seguros de repatriación o la compra de casas en los países de origen.

No todos los inmigrantes viajan a sus países de origen durante el verano o Navidad, de ahí que complejos vacacionales como Marina d’Or, en la Comunidad Valenciana, creen que han encontrado un filón de oro con el que dilatar su cartera de clientes.

La demanda por parte de los inmigrantes de viviendas vacacionales amuebladas, cuyo coste asciende a  200.000 euros (284.000 dólares), crece lentamente, pero “es una realidad”. ¿Ecuatorianos? “No son muchos, entre tres y cuatro ya disfrutan de apartamentos al pie de playa”, responden representantes de  esta firma.

Los concesionarios de vehículos también se frotan las manos al comprobar el despunte de las ventas de autos de segunda mano. Los responsables: los inmigrantes.

Sus compras han impulsado al sector y representan cerca del  14% del mercado, lo que supone un  negocio cercano a los 1.200 millones de  euros (1.704 millones de dólares), según la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (Ganvam).

En Mercedes Benz lo saben y no dudaron en asistir a Integra con una línea de automóviles industriales ideales para los inmigrantes empresarios de la construcción o la mensajería.

Los extranjeros, sostiene Rafael Sánchez, uno de sus asesores comerciales, “son nuestros mejores clientes, incluso más serios a la hora de pagar que los españoles”.

Ecuador
Este año Colombia fue  el país invitado. El próximo será Ecuador.

Pasillos
La Unión Nacional de Empresarios Ecuatorianos (Unehe) organizó un festival del pasillo.