Migrantes vuelven a colgarse del tren en el sur

El Universal, Corresponsales y reportero, 10-10-2007

CIUDAD IXTEPEC, Oax.— Casi dos meses y medio después de que el ferrocarril de carga de la empresa Chiapas Mayab suspendiera sus operaciones, volvió a reanudarse el servicio el pasado jueves entre los estados de Chiapas, Oaxaca y Veracruz.

Con el reinicio de las actividades ferroviarias “también empezaron a llegar masivamente los migrantes centroamericanos al lomo de la bestia”, informó en Ixtepec el párroco Alejandro Solalinde Guerra, quien dio a conocer la trágica muerte del salvadoreño Edwin Soriano el domingo, al caer del tren.

Desde el jueves, el tren que transporta cemento, aceite y combustible, entre otras mercancías, desde Arriaga y Tonalá, Chiapas, y Salina Cruz, Oaxaca, a Medias Aguas, Veracruz, reinició sus operaciones a cargo de la empresa descentralizada Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT).

Además, esta empresa iniciará con una corrida diaria en los estados de Yucatán y Campeche a partir de la próxima semana, según dio a conocer en Mérida el delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Renán Canto Jairala.

Detalló que desde septiembre el servicio ferroviario de carga comenzó sus operaciones en las rutas de Veracruz y Tabasco y todavía queda pendiente establecer los viajes hacia el estado de Chiapas, mismos que se harán posterior al establecimiento de la ruta en Campeche y Yucatán.

Chiapas Mayab era el nombre de la subsidiaria que tenía en México la firma rielera Genesse & Wyoming Inc (GWI), misma que fundó en 1999 luego de obtener la concesión por parte de la SCT.

Es un tren regional que corría a lo largo de Yucatán, Campeche, Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Veracruz, y contaba con una vía férrea de mil 800 kilómetros de largo con una capacidad máxima de 30 toneladas por eje y un ancho de vía de 1.435 metros, que es la conocida como trocha estándar.

Movimiento migratorio

“La primera corrida del tren, el viernes por la madrugada procedente de Arriaga, trajo como a 700 migrantes, a quienes atendimos en el albergue. La segunda vez, en la mañana del domingo, llegó con 500 centroamericanos”, informó el párroco Alejandro Solalinde Guerra.

Sin embargo, el día de ayer (lunes), trajo a 30 personas porque salió desde el municipio chiapaneco de Tonalá y no hizo parada en Arriaga, a donde día a día llega una gran cantidad de centroamericanos, informó.

El salvadoreño Edwin Soriano llegó en el tren del domingo, cansado del largo viaje, se desvaneció, cayó del tren en el tramo Chivela – Nizanda y murió. Su cuerpo, que descansa en una funeraria de Matías Romero, será enviado a Tecún Umán, Guatemala.

Pese a la tragedia, para los “sin papeles” el transporte tiene un gran significado: “Padre, con el tren ahorramos largos días de caminata, los asaltos, las extorsiones y los peligros al lado de las vías”, relata Solalinde Guerra que le dijeron.

Algunos, como el hondureño César Hernán Matamoros, procedente de La Ceiba, dijo que caminó más de 400 kilómetros durante 22 días desde la fronteriza población de Tecún Umán, Guatemala, hasta esta ciudad, donde ahora descansa en el albergue.

Con la reactivación de las operaciones ferroviarias se hace más rápido su traslado, pero empiezan a repetirse los abusos de los maquinistas de la FIT que actúan igual como lo hicieron los de la empresa Chiapas Mayab, denunció el párroco Solalinde Guerra, fundador del albergue para migrantes en esta ciudad.

Dijo que, de acuerdo con las denuncias, “los maquinistas han parado el tren a la altura del poblado Las Anonas, y exigen cuotas a los centroamericanos, porque de lo contrario, no moverán el tren”.

“Pararon el tren como dos horas, recorrieron los vagones y nos pedían dinero y los que llevaban, pues dieron algo, porque ya teníamos varios días, como yo, que esperé dos semanas el tren en Arriaga”, confesó el hondureño Jorge Antonio Bernal Lobo. (María de Jesús Peters, Yazmín Rodríguez, Alberto López y David Aguilar)

CIUDAD IXTEPEC, Oax.— Casi dos meses y medio después de que el ferrocarril de carga de la empresa Chiapas Mayab suspendiera sus operaciones, volvió a reanudarse el servicio el pasado jueves entre los estados de Chiapas, Oaxaca y Veracruz.

Con el reinicio de las actividades ferroviarias “también empezaron a llegar masivamente los migrantes centroamericanos al lomo de la bestia”, informó en Ixtepec el párroco Alejandro Solalinde Guerra, quien dio a conocer la trágica muerte del salvadoreño Edwin Soriano el domingo, al caer del tren.

Desde el jueves, el tren que transporta cemento, aceite y combustible, entre otras mercancías, desde Arriaga y Tonalá, Chiapas, y Salina Cruz, Oaxaca, a Medias Aguas, Veracruz, reinició sus operaciones a cargo de la empresa descentralizada Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT).

Además, esta empresa iniciará con una corrida diaria en los estados de Yucatán y Campeche a partir de la próxima semana, según dio a conocer en Mérida el delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Renán Canto Jairala.

Detalló que desde septiembre el servicio ferroviario de carga comenzó sus operaciones en las rutas de Veracruz y Tabasco y todavía queda pendiente establecer los viajes hacia el estado de Chiapas, mismos que se harán posterior al establecimiento de la ruta en Campeche y Yucatán.

Chiapas Mayab era el nombre de la subsidiaria que tenía en México la firma rielera Genesse & Wyoming Inc (GWI), misma que fundó en 1999 luego de obtener la concesión por parte de la SCT.

Es un tren regional que corría a lo largo de Yucatán, Campeche, Tabasco, Chiapas, Oaxaca y Veracruz, y contaba con una vía férrea de mil 800 kilómetros de largo con una capacidad máxima de 30 toneladas por eje y un ancho de vía de 1.435 metros, que es la conocida como trocha estándar.

Movimiento migratorio

“La primera corrida del tren, el viernes por la madrugada procedente de Arriaga, trajo como a 700 migrantes, a quienes atendimos en el albergue. La segunda vez, en la mañana del domingo, llegó con 500 centroamericanos”, informó el párroco Alejandro Solalinde Guerra.

Sin embargo, el día de ayer (lunes), trajo a 30 personas porque salió desde el municipio chiapaneco de Tonalá y no hizo parada en Arriaga, a donde día a día llega una gran cantidad de centroamericanos, informó.

El salvadoreño Edwin Soriano llegó en el tren del domingo, cansado del largo viaje, se desvaneció, cayó del tren en el tramo Chivela – Nizanda y murió. Su cuerpo, que descansa en una funeraria de Matías Romero, será enviado a Tecún Umán, Guatemala.

Pese a la tragedia, para los “sin papeles” el transporte tiene un gran significado: “Padre, con el tren ahorramos largos días de caminata, los asaltos, las extorsiones y los peligros al lado de las vías”, relata Solalinde Guerra que le dijeron.

Algunos, como el hondureño César Hernán Matamoros, procedente de La Ceiba, dijo que caminó más de 400 kilómetros durante 22 días desde la fronteriza población de Tecún Umán, Guatemala, hasta esta ciudad, donde ahora descansa en el albergue.

Con la reactivación de las operaciones ferroviarias se hace más rápido su traslado, pero empiezan a repetirse los abusos de los maquinistas de la FIT que actúan igual como lo hicieron los de la empresa Chiapas Mayab, denunció el párroco Solalinde Guerra, fundador del albergue para migrantes en esta ciudad.

Dijo que, de acuerdo con las denuncias, “los maquinistas han parado el tren a la altura del poblado Las Anonas, y exigen cuotas a los centroamericanos, porque de lo contrario, no moverán el tren”.

“Pararon el tren como dos horas, recorrieron los vagones y nos pedían dinero y los que llevaban, pues dieron algo, porque ya teníamos varios días, como yo, que esperé dos semanas el tren en Arriaga”, confesó el hondureño Jorge Antonio Bernal Lobo. (María de Jesús Peters, Yazmín Rodríguez, Alberto López y David Aguilar)

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