La presidencia española de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) celebra desde ayer en Córdoba la primera conferencia dedicada a la intolerancia hacia los musulmanes que se hará en el marco de este organismo que aglutina a 56 países, entre ellos EE. UU. y Rusia.

En esta cumbre, el secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa, defendió que los musulmanes puedan rezar en la Mezquita – Catedral de Córdoba al considerar que no debería existir «ningún conflicto» en que pudieran rezar junto con los católicos.

En respuesta a estas declaraciones, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aseguró que la Mezquita – Catedral seguirá siendo un templo para culto católico. El ministro precisó que sólo una «minoría» de la comunidad islámica plantea esta reivindicación y que no hay previsión de modificar el uso del templo.

«La mezquita es pertenencia de la Iglesia católica y corresponde a la Iglesia católica decidir cuál es su uso. Lo respetamos plenamente. Así se lo he dicho al obispo (de Córdoba) y a todas las autoridades religiosas», explicó. Para Moratinos, las palabras de Moussa hay que enmarcarlas en el espíritu de «concordia, tolerancia y entendimiento» del foro y en el ánimo de «trabajar juntos entre distintas culturas y religiones».