CARMEN ECHARRI

CEUTA. Entrarán en el colegio y con pañuelo. Así lo ha determinado la Dirección Provincial del Ministerio de Educación en Ceuta, que ha dado a conocer un informe, elaborado por la inspección, en el que apunta que las dos chicas podrán entrar hoy en el colegio Severo Ochoa con el «hiyab».

Según ha reiterado el director provincial del Ministerio en Ceuta, Juan José León Molina, en el informe se hace constar que en «aras a recuperar la normalidad» en el centro, ante todo se debe «primar el derecho a la educación de las niñas», tal y como recoge «la Constitución española». De ahí que se haya permitido que las chicas, ante la negativa de su familia a que entraran sin pañuelo, puedan hacerlo a partir de hoy, recuperando así el ciclo escolar.

León Molina ha considerado este asunto «como aislado» a pesar de la reacción social suscitada, destacando que se «ha recuperado la normalidad». «Hemos recomendado al centro que pongan normalidad legal y reglamentaria, independientemente de que a posteriori se elabore una respuesta más completa a los padres y al colegio en torno a a esta controversia», apostilló el director provincial, que ayer se convertía en centro de toda la polémica.

Tranquilidad aparente

Este aparente clima de tranquilidad oficial prevalece a pesar de que, según ha podido saber ABC, la decisión no ha sentado bien en la comunidad educativa, ya que consideran que es discriminatoria para el resto de escolares a los que se prohíbe la entrada al centro con gorra, diademas, «piercings» o adornos, como norma aprobada por el consejo escolar.

Por contra, la Ucide (Unión de Comunidades islámicas de España) ha aplaudido la decisión adoptada por el Ministerio ya que considera una norma entre la comunidad musulmana el que las mujeres lleven pañuelo, por lo que estaban dispuestos a mantener su postura crítica hasta que se adoptara la decisión que ellos reclamaban, precisamente la que finalmente ha asumido el Ministerio. En Ceuta la Ucide también logró que las mujeres pudieran aparecer fotografiadas en el DNI con el pañuelo ya que, denuncian, es algo obligado por la religión islámica. Laarbi Maateis, presidente de la Ucide en la ciudad, ha defendido el uso del pañuelo como «un principio de la cultura y la religión islámica, que indica que la mujer no debe destapar su cabeza, y menos aún cuando es mediante la coacción», defendió.

La directora del centro escolar, María del Mar Sánchez, situada en el otro lado de esta polémica, ha asegurado que se podrá asistir a clase con el velo pero «mientras se resuelve la reclamación que ha sido presentada como protesta» por este tema.

Alumnos discriminados

Sánchez ha manifestado cierto recelo a que la prohibición de no usar gorras, diademas o «piercings» no vaya a ser cumplida ahora por el resto de los alumnos, al conocer que desde esta misma mañana las dos jóvenes protagonistas de esta polémica educativa podrán entrar en el centro con su «hiyab». La medida, recuerda la directora, se implantó «sin hacer distinción, pues su objetivo era buscar la igualdad», por lo que niega que desde el centro escolar se haya tomado alguna actuación que pueda ser tildada de discriminatoria.

Sánchez niega que se haya equiparado el «hiyab» con otras prendas de vestir, dado que esta no es la función que se busca con los uniformes, respondiendo así a la polémica encontrada con la Ucide, cuyos dirigentes quieren comprobar que hoy, a las puertas del Severo Ochoa, se cumpla con lo que ellos han mantenido hasta el final. El colegio evita a toda costa que se tilde a sus responsables de racistas ya que, según defienden, han sido siempre tolerantes con los estudiantes de confesión musulmana.