La Liga Arabe reivindica el uso para los musulmanes de la mezquita de Córdoba

El Mundo, ANA DEL BARRIO, 10-10-2007

El Gobierno auspicia una conferencia sobre la intolerancia contra los seguidores de Alá El secretario general de la Liga Arabe, Amr Moussa, abogó ayer por que los musulmanes puedan utilizar la mezquita – catedral de Córdoba como muestra de la coexistencia religiosa. Durante la celebración de la Conferencia sobre la Intolerancia y Discriminación hacia los musulmanes, auspiciada por el Gobierno, Moussa se mostró a favor del uso conjunto del templo de Córdoba por parte de católicos y musulmanes, ya que «todas las mezquitas e iglesias han sido construidas para orar».


En el seno de la cumbre organizada por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) en Córdoba, el dirigente de la Liga Arabe atribuyó la polémica por el uso de la mezquita – el año pasado los musulmanes pidieron al Papa poder rezar en ella – a una colisión de índole política, pero no religiosa.


El alto representante para la Alianza de las Civilizaciones, Jorge Sampaio, también vio con buenos ojos la iniciativa de abrirla al culto musulmán, ya que, a su juicio, «sería un gran ejemplo de cosas que se podrían hacer en conjunto».


Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, frenó en seco las reivindicaciones islámicas y argumentó que corresponde a la Iglesia determinar cuál es el uso de la mezquita. En opinión de Moratinos, este debate es minoritario y todos los cordobeses saben que el templo tiene actualmente un uso católico. Hasta ahora, el Obispado de Córdoba se ha negado a permitir el rezo de los seguidores de Alá en la mezquita porque «generaría confusión».


A pesar de los continuos roces que ha habido entre la Iglesia y el Gobierno, Moratinos se convirtió en esta ocasión en un arduo defensor de la actuación de la jerarquía eclesiástica: «Lo que haga la Iglesia Católica estará bien hecho».


La iniciativa de Moratinos de organizar una cumbre monográfica sobre la discriminación hacia los musulmanes tuvo un escaso respaldo internacional, y los 56 países que componen la OSCE enviaron delegaciones de segundo nivel. La convocatoria no estuvo exenta de polémica, ya que un grupo de ONG que había elaborado un manifiesto acusó a Exteriores de censura al quitar un párrafo en el que se hablaba de la intolerancia contra las minorías sexuales en el islam.


Las ONG se reunieron el lunes en Jaén para redactar un documento que iba a ser presentado ayer en la cumbre. Organizaciones como la Junta Islámica Catalana, el Movimiento contra la Intolerancia o la Federación de Gays y Lesbianas mostraron su sorpresa e indignación al ver que elementos del texto que habían sido ampliamente consensuados, como la denuncia del «sistema patriarcal como claro motivo de discriminación basada en el género» dentro de algunas comunidades musulmanas, fueron eliminados a última hora.


Desde Exteriores negaron censura alguna y alegaron que era necesario resumir y reducir el texto por falta de espacio. Pero varios asistentes a la reunión ratificaron a este diario que, durante el encuentro, diversos representantes de Exteriores les dijeron que no podían incluir esas referencias para no herir la sensibilidad de los gobiernos conservadores de Austria o Polonia. «Era una declaración de las ONG, que no comprometía al Gobierno. Encontramos alarmante que se dejaran fuera determinados asuntos de manera intencionada», dijo David Montero, coordinador de Relaciones Internacionales de la Federación de Gays y Lesbianas.

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